La transmisión en hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres (HSH) fue la más frecuente, 56,4%, seguida de la heterosexual, 26,7%, y la que se produce en personas que se inyectan drogas (PID), 3,2%.

El 37,6% de los nuevos diagnósticos de infección por el VIH se realizó en personas originarias de otros países, colectivo en donde no se produjo descenso en la incidencia. Ademas, el 47,6% de los nuevos diagnósticos presentaron diagnóstico tardío.

Respecto a los contagios entre hombres originiarios de otros países que han emigrado a España, la ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, quiso precisar que "la infección no es importada, sino adquirida aquí", y destacó que son personas de "gran vulnerabilidad" que no han tenido acceso a los servicios sociales ni sanitarios, que han huido de sus países por la homofobia y que en España suelen ser explotados.

Sin embargo, "la tendencia global en el periodo 2009-2018 es descendente, apreciándose diferencias según modo de transmisión. En personas que se inyectan drogas la tendencia es descendente, al igual que los casos atribuidos a relaciones heterosexuales (tanto en hombres como en mujeres). Las tasas de nuevos diagnósticos en hombres que mantienen relaciones con hombres muestran un punto de cambio en 2016, pero la tendencia antes y después de ese año es estable", agregó Del Amo.

También desciende el porcentaje de casos con diagnóstico tardío entre 2009 y 2016, manteniéndose estable después, aunque la ministra animó a hacerse la prueba lo antes posible ante la más mínima sospecha.

En este contexto de 30 años de lucha contra el sida, Del Amo recordó como "en 2018 se han producido 3.244 contagios mientras que en 1995 murieron 5.500 personas por esta causa y en el año anterior se registraron 7.500 nuevos casos", que estaban muy relacionados con el consumo de droga inyectada.