Según los resultados de dicho informe, para el que Funcas realizó 1.346 entrevistas entre el 11 y el 22 de enero, el porcentaje de personas que consideran peor la situación económica de su hogar es similar al reflejado en abril de 2020 cuando Funcas realizó la misma pregunta, cuando se situaba en el 39%. En concreto, los jóvenes son quienes más consideran que la situación económica de su hogar ha empeorado con la pandemia, al responder en este sentido el 43% de los entrevistados de entre 18 y 24 años y el 48% entre los 25 y los 34 años. En cambio, los mayores de 64 años, que perciben mayoritariamente pensiones, constituyen el grupo de edad con el porcentaje más bajo de entrevistados que consideran que su situación económica se ha deteriorado.

Por otro lado, la mayor parte de los entrevistados, el 60%, cree que la situación económica de su hogar permanecerá igual hasta el verano, mientras que el 13% piensa que mejorará y el 21% prevé un empeoramiento.

A pesar de este deterioro de las economías domésticas, "pensando en la sociedad española", el 46% de los entrevistados declara estar más preocupado por la pandemia que por la situación de la economía, mientras que un 23% asegura que le inquieta más esta última.

Así, la preocupación por la pandemia supera a la preocupación por la economía en todos los grupos sociodemográficos, salvo en el que incluye a los entrevistados de 25 a 34 años, el único que reconoce más intranquilidad por la economía que por la pandemia (40% frente a 38%). Entre los mayores de 64 años, sólo un 9% señala la situación económica como su preocupación principal, frente a un 52% que prioriza la preocupación por la pandemia.

En este sentido, la mención de la pandemia como preocupación prioritaria es más frecuente entre los entrevistados que se encuentran fuera del mercado laboral, como pensionistas, estudiantes y personas dedicadas a las labores del hogar (48% - 53%) o que trabajan para el sector público (59%), mientras que la cobertura estatal de las rentas, vía prestaciones o retribuciones, reduce la preocupación por la situación de la economía.

En cuanto a la valoración del funcionamiento de la sanidad durante la pandemia, el documento refleja diferencias significativas entre los servicios de atención primaria y los de atención hospitalaria, ya que el 45% de los entrevistados declara que la atención primaria ha funcionado bien o muy bien, porcentaje que sube al 53% en el caso de la atención hospitalaria.

Además, los entrevistados que han tenido una experiencia más directa con la sanidad durante la pandemia, porque ellos mismos o alguien de su entorno cercano han necesitado asistencia sanitaria relacionada con el coronavirus, valoran tanto los servicios de atención primaria como los servicios de atención hospitalaria mejor que quienes carecen de esa experiencia directa.

Por último, el documento indica que, en relación a la distribución de la vacuna, al 68% de los entrevistados le parece bien que la Unión Europea haya centralizado la gestión de las vacunas, mientras que el 17% habría preferido que lo hiciera España.