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Adicciones

Salud

17 Mayo 2019

Proyecto Hombre ha ayudado a 4.600 personas que consumían drogas o alcohol a acceder a formación o empleo, desde 2016

El 50% de las personas que inician tratamiento contra su adicción había perdido el empleo

Servimedia / Madrid

El 50% de las personas que inician tratamiento en Proyecto Hombre ha perdido su empleo debido a su adicción a sustancias como cocaína y alcohol, el 56% de ellas, mujeres y el 44%, hombres, a pesar de que el 76% contaba con un puesto de trabajo durante los tres años previos, el 60% a tiempo completo, si bien en el 68% de los casos éste era de baja cualificación.

Así lo refleja el Informe 2018 del Observatorio Proyecto Hombre cuyos resultados expuso este jueves su directora general, Elena Presencio, en el transcurso de una rueda de prensa previa a la inauguración de las XXI Jornadas Internacionales ‘Impulsando la incorporación sociolaboral’ en la que subrayó que es el consumo “lo que hace que las personas acaben perdiendo su empleo”. “Empleo y consumo son dos términos difícilmente compatibles a medio y largo plazo”, abundó.

Según dicho informe, el 85% de las personas atendidas son hombres, el 15%, mujeres y el 99% están en edad activa, con una media de 38 años y se trata, según Presencio, de un perfil “mucho más normalizado que el de los años 80, cuando Proyecto Hombre inició su trabajo”, por lo que estimó “fundamental” que el abordaje de la adicción contemple la promoción de sus capacidades y competencias para desenvolverse en el ámbito laboral.

A este respecto, el presidente de la Comisión de Tratamiento de Proyecto Hombre, Pedro Pedrero, hizo balance del Proyecto de Integración Sociolaboral para personas con problemas de Adicciones, Insola que, con apoyo del Fondo Social Europeo y el Gobierno central ha ofrecido formación o facilitado el acceso a un empleo a 4.600 usuarios de 20 centros de Proyecto Hombre en toda España desde 2016.

En cuanto a los perfiles con los que trabaja la iniciativa Insola, suelen ser personas con un “alto nivel de deterioro y desestructuración social por consumo y con un consumo de larga duración”, usuarios que han perdido su empleo recientemente o adolescentes y jóvenes que aún no se han incorporado al mercado laboral pero “no están en la situación académica y formativa para poder lograrlo”.

A todos ellas se les ofrece una orientación inicial para “motivar al cambio”, dado que, en ocasiones, el comportamiento adictivo “no es un problema, es una mala solución”, apuntó Pedrero.

Junto a ello, los usuarios reciben orientación competencial y para el desarrollo de habilidades sociales y laborales y, finalmente, una formación hacia esta capacitación competencial y de desarrollo de habilidades.

Para Pedrero es imprescindible entender la integración sociolaboral “en sentido amplio, como una parte dentro de un proceso de integración social más amplio” y el acceso al empleo como un “principio básico en el proceso de cambio y superación de su adicción”.

“Es un gran factor de éxito que la persona sea capaz de alcanzar el mayor grado de autonomía y esto es muy difícil sin un empleo”, insistió, al tiempo que precisó que estas personas requieren de un itinerario “muy individualizado y muy concreto” para alcanzar este objetivo y potenciar su autonomía y desarrollo personal.

JORNADAS

Por su parte, el presidente de Proyecto Hombre, Luis Bononato, destacó que a esta vigésimo primera edición de las jornadas de la organización asistirán representantes de una decena de países, lo que, a su entender, “da idea” de la “importancia y necesidad” de favorecer la incorporación sociolaboral de estas personas.

Su objetivo es instar a la “reflexión profunda” en relación a la “importancia” del empleo en la inserción de estas personas tras su rehabilitación así como invitar a la sociedad a que “tome conciencia” en este sentido.

Proyecto Hombre aboga por ofrecer una “intervención integral”, de la que, según su presidente, “forma parte importante la inserción sociolaboral”.

“Desde sus orígenes, siempre ha tenido en cuenta la inserción laboral y técnica de las personas que se atienden”, puntualizó su presidente, quien añadió que sus usuarios reciben formación en habilidades sociales y para mejorar su autoestima, responsabilidad o perseverancia y aprenden a realizar un currículum vitae o a enfrentarse a una entrevista de trabajo.

Por todo ello animó al tejido empresarial y a la sociedad en general a “darles un voto de confianza”. “Esa confianza y apoyo les dará fuerza para incorporarse de manera plena al mundo laboral”, resolvió.