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Terraza

Política económcia

1 Oct 2020

Aunque advierte que las perspectivas están sujetas a una incertidumbre sin precedentes”

El FMI prevé que la economía española caiga un 12,8% en 2020 y crezca un 7,2% en 2021

Redacción / Madrid

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía española caiga un 12,8% en 2020 y que en 2021 repunte con un crecimiento del 7,2%, según señala el informe publicado como resultado de las conclusiones de su personal técnico tras una visita oficial.

En la ‘Declaración final’ emitida por el FMI sobre España, el organismo indica que la pandemia de Covid-19 “ha afectado profundamente a la población y a la economía de España”, aunque reconoce que “el apoyo ágil y decidido a la liquidez y al mantenimiento de rentas por parte del Gobierno, combinado con la relajación de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), han constituido importantes balones de oxígeno” y que “la rápida puesta en marcha de medidas de apoyo en materia fiscal, monetaria y para el sector financiero ha amortiguado el impacto económico y social de la crisis”.

Sin embargo, el organismo internacional advierte que “las perspectivas están sujetas a una incertidumbre sin precedentes” y que “en medio de una segunda oleada de infecciones, el incipiente repunte económico corre peligro”, por lo que resalta que “preservar la salud de la población sigue siendo una máxima prioridad” y que, en el ámbito económico, “el apoyo fiscal debería mantenerse hasta que la recuperación se encuentre firmemente encarrilada”.

“La continuidad de las medidas de mantenimiento de rentas y apoyo a la liquidez, de manera focalizada y flexible, resulta crucial”, resalta el informe. Además, añade que “es particularmente importante calibrar los expedientes de regulación temporal de empleo y los créditos avalados con fondos públicos a fin de que continúen aliviando las tensiones sufridas por trabajadores y empresas”.

Asimismo, apunta que “podría recurrirse a la posibilidad de apoyar con capital público a las empresas privadas viables que afronten dificultades financieras derivadas de la pandemia”. “Algunas empresas sistémicas pueden requerir apoyo temporal en términos de capital y el fondo de inversión estatal de nueva creación (bajo el paraguas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales española (SEPI)”, señala en ese sentido.

Sobre el mayor impacto económico producido por la crisis del coronavirus en España respecto a otros países de la Unión Europea, el texto explica que se debe a características estructurales como “un extenso sector servicios dominado por las pymes, la importancia del turismo y el uso generalizado de los contratos temporales”.

En cuanto al alto nivel de deuda al que dará lugar la crisis del coronavirus, situándola por encima del 120% del PIB, el FMI indica que serán necesarias en el medio plazo esfuerzos para reducirla, por lo que pide “un plan con medidas estructurales sostenibles, especialmente del lado de los ingresos, que ayudarían a reconstruir los colchones fiscales al tiempo que apoyarían más inclusión e innovación”.

Por otro lado, el FMI destaca que “el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia europeo puede representar un importante estímulo para la demanda, apoyar la creación de empleo, limitar las cicatrices resultantes de la crisis y catalizar actividades más ecológicas y más digitales. La eficiencia en la coordinación, la ejecución y la supervisión de los planes será fundamental”.

A medio plazo, el documento indica que, “una vez que la recuperación se encuentre firmemente encauzada, será necesario también asegurar una senda sostenible a la baja para la deuda pública, apoyando a la vez una mayor inclusión social y un crecimiento resiliente”.

RECUPERACIÓN Y MEDIDAS

Sobre la recuperación económica, el FMI advierte sobre la incertidumbre y que el repunte de la economía está condicionado por la evolución de la pandemia y la capacidad para evitar nuevos rebrotes.

Asimismo, subraya la importancia que tendrán los fondos europeos y espera que la demanda externa apoye cada vez más el crecimiento según vayan recuperándose las exportaciones y un mayor número de turistas extranjeros regrese a España. En cualquier caso, considera que la producción tardará “varios años” en alcanzar su nivel pre pandemia.

Para lograr minimizar el impacto económico durante la crisis y facilitar la posterior recuperación, el FMI recomienda que los esfuerzos de las políticas económicas se prolonguen y se adapten “de manera flexible” siendo “cada vez más focalizados”. “Esto incluye, por ejemplo, prórrogas del exitoso régimen de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), particularmente para los sectores más afectados”, destacó.

En este sentido, el organismo considera que “con el tiempo, las prestaciones por desempleo deberían convertirse gradualmente en la red de seguridad predominante”, ya que “esto facilitará la reasignación de puestos de trabajo y de trabajadores, dada la disminución en el tiempo de los beneficios netos derivados de mantener la vinculación de los trabajadores con sus puestos de trabajo mediante expedientes de regulación temporal de empleo, y mitigaría además el riesgo de mantener a trabajadores en empresas y sectores inviables”.

El FMI también aboga por “revisar minuciosamente y adaptar” medidas de mantenimiento de las rentas y de apoyo a la liquidez, como los avales con fondos públicos, “con vistas a prevenir ‘efectos precipicio’ graves y generalizados tales como quiebras, pérdidas de ingresos y créditos fallidos cuando llegue su vencimiento y deban reembolsarse”

Respecto a los fondos de la UE, el FMI considera que su utilización “brinda una oportunidad excepcional para cerrar parcialmente la brecha de demanda causada por la pandemia y facilitar la transformación estructural de la economía a fin de incrementar su capacidad productiva a medio plazo” y resalta que “dada la envergadura sin precedentes de los fondos, resulta crucial disponer de una estructura clara de gobernanza que supervise la ejecución de los planes y la consecución de hitos clave, con vistas a permitir recalibrar los planes, asegurar una elevada efectividad y abordar nuevas necesidades que puedan plantearse”.

A este respecto, menciona que “la rehabilitación de edificios, la creación de estaciones de carga de vehículos eléctricos y la mejora de la infraestructura de distribución de agua y de gestión de residuos son ejemplos de inversiones que crearían empleo a corto plazo al tiempo que fomentarían la descarbonización de la economía y el progreso hacia la sostenibilidad medioambiental a largo plazo”.

En el ámbito laboral, el FMI destaca la necesidad de acabar con la dualidad en la contratación, y apunta que los fondos de la UE “ofrecen una oportunidad para facilitar la introducción de reformas laborales”. También propone que “cualquier coste de transición ocasionado por la introducción de un fondo para despidos que haga al mismo tiempo más atractivos los contratos indefinidos podría suavizarse potencialmente mediante el uso de fondos de la UE”.

Por último, sobre las “disparidades socioeconómicas”, el FMI considera “un paso acertado” la instauración del Ingreso Mínimo Vital y recomienda ampliar los programas de vivienda social de alquiler, además de “simplificar la normativa en materia de edificación y recalificación del suelo”, al considerar que “contribuiría a mejorar la asequibilidad del alquiler y la movilidad laboral”.