Ese "ayuno", añade Francisco en el mensaje que ha escrito para la Cuaresma, abarca "incluso" a "la saturación de informaciones -verdaderas o falsas- y productos de consumo".

El pontífice también alude a la vivencia de este tiempo en plena pandemia de Covid-19. "En el actual contexto de preocupación en el que vivimos y en el que todo parece frágil e incierto, hablar de esperanza podría parecer una provocación. El tiempo de Cuaresma está hecho para esperar, para volver a dirigir la mirada a la paciencia de Dios, que sigue cuidando de su Creación, mientras que nosotros a menudo la maltratamos", apunta.

Además, el mensaje apela a promover la fraternidad: "A veces, para dar esperanza, es suficiente con ser una persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia".

Finalmente, las palabras de Francisco invitan a practicar la caridad, es decir, explica, a "cuidar a quienes se encuentran en condiciones de sufrimiento, abandono o angustia a causa de la pandemia de Covid-19".