Así se recoge en el Avance del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), vinculadas al cambio climático, correspondiente a 2018. El Gobierno envía anualmente estos datos preliminares a la Comisión Europea en cumplimiento de sus obligaciones de información, según informó este lunes el Ministerio para la Transición Ecológica. Este descenso se produce después de que en 2017 aumentaran un 4,4% respecto a 2016 en lo que fue el mayor incremento interanual desde 2002.

La caída de las emisiones del año pasado se debe principalmente al fuerte incremento de producción de energía hidráulica, que creció en un 84,9% respecto a 2017 gracias a que fue un año hidrológicamente húmedo, así como a la subida de la producción eólica en un 3,5%.

Ambos factores permitieron reducir en un 15,7% las emisiones vinculadas a la generación eléctrica, dado que el aumento de fuentes renovables permitió rebajar la producción de ciclos combinados (-18,9%), carbón (-17,2%) y la que emplea combustibles líquidos (-4,5%).

SECTORES QUE SUBEN

El resto de sectores aumentaron sus emisiones respecto del ejercicio anterior. Así, en un año con un incremento del PIB del 2,6%, se registraron subidas de emisiones vinculadas al transporte (+2,7%); a la industria (2%); al consumo de combustibles en los sectores residencial, comercial e institucional (+1,9%), y al consumo de combustibles en maquinaria agrícola, forestal y pesquera (+4,1%).

Por su parte, las emisiones procedentes de la agricultura no variaron respecto a 2017, dado que se ha compensado la subida de las emisiones ganaderas (+1,4%) con la bajada de las procedentes de cultivos (-2,5%).

En términos generales, las emisiones de sectores sujetos al sistema europeo de comercio de derechos de emisión (ETS, en su acrónimo inglés), que suponen un 38,2% del total, cayeron un 6,6% en 2018. Mientras, subieron un 0,6% las no sujetas al sistema (los denominados sectores difusos, es decir, ámbito residencial, comercial e institucional; transporte; agrícola y ganadero, gestión de residuos, industria no sujeta al comercio de emisiones y gases fluorados).

El dato que refleja el avance sitúa el nivel de emisiones en España 15,4 puntos porcentuales por encima del nivel de 1990, año de referencia para evaluar las medidas de mitigación de emisiones de GEI. De hecho, el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), enviado el pasado mes de febrero a la Comisión Europea por el Gobierno de España, plantea un conjunto de acciones para reducir 21 puntos porcentuales en 2030 respecto a los niveles de 1990.

EL TRANSPORTE

Con el buen rendimiento de las emisiones vinculadas a la generación eléctrica, el transporte se convierte en el sector con mayor peso en las emisiones de gases de efecto invernadero de 2018, con un 27%. Le siguen la industria (19%), la generación de electricidad (17%), la agricultura en su conjunto (12%), el consumo de combustibles en los sectores residencial, comercial e institucional (9%), y los residuos (4%).

Por gases, el dióxido de carbono (CO2) supone un 81% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, seguido del metano (CH4), con un 12%.

A las emisiones brutas de gases de efecto invernadero de 332,8 millones de toneladas de CO2 equivalente habría que descontar las absorciones debidas al sector de usos de la tierra, cambios de uso de la tierra y selvicultura, que se han calculado en 37,7 millones de toneladas de CO2 equivalente (un 11% del total de emisiones brutas del inventario en 2018). Por tanto, las emisiones netas del año pasado se estiman en 295,1 millones de toneladas de CO2 equivalente.