El Gobierno ha regulado por primera vez los patinetes eléctricos a escala nacional con un real decreto que entró en vigor el pasado 2 de enero y que obliga a estos vehículos a circular a 25 km/h como mucho, siempre en la calzada (es decir, no por aceras y zonas peatonales) y en ciudad (por tanto, no en las carreteras).

El informe, presentado por Jorge Ortega, experto en seguridad vial de la Fundación Mapfre y coordinador del trabajo, señala que el uso de los patinetes eléctricos ha aumentado progresivamente en los últimos años, lo que ha llevado a un incremento de fallecidos en siniestros en los que se han visto involucrados estos vehículos. Los datos de accidentes proceden de medios de comunicación y sitios web, puesto que, al tratarse de vehículos no matriculados y sin seguro obligatorio, no existen datos oficiales de siniestralidad.

Según el estudio, el año pasado hubo 100 siniestros con víctimas en accidentes con patinetes eléctricos implicados (26 más que en 2019) que causaron 109 víctimas (26 más), de las cuales seis perdieron la vida (una más) y 93 resultaron heridas de diversa consideración (19 más), en tanto que no hay información fiable de la gravedad de los siniestros en otras 10 (seis más).

En siete accidentes estuvieron implicados menores de 16 años (edad mínima para conducir un patinete eléctrico en Barcelona), uno de los cuales murió. No obstante, el rango de edad con más víctimas mortales es del de 16 a 35 años (tres fallecidos).

El 80% de los siniestros se produjo por una colisión del patinete eléctrico con otro vehículo, sobre todo un coche (en el 66% de estos casos). Dos de cada tres accidentes (66%) se produjeron en la calzada y sólo un 3% en las aceras. Un 10% de ellos tuvieron lugar en pasos de peatones. Y en un 40% de los casos, el usuario del patinete no llevaba casco.

En vías interurbanas hubo dos fallecidos y tres accidentes con víctimas (sólo un 2% de los siniestros se produjeron fuera de las ciudades), cuando en 2019 se registraron una persona muerta y dos accidentes.

La caída estuvo presente en un 50% de los fallecidos en patinete eléctrico, lo que, según la Fundación Mapfre, podría haber evitado consecuencias fatales con el uso del casco porque la cabeza es una de las zonas más afectadas en el caso de golpe y un lugar delicado en impactos producidos por colisión o atropello.

Según la Sociedad Española de Medicina Intensiva (Semicyuc), hasta un tercio de pacientes que ingresan por golpes en los que están involucrados vehículos de movilidad personal presentan traumatismos craneoencefálicos de diversa consideración.

'CRASH-TEST'

Por otro lado, el informe incluye los resultados de dos simulaciones informáticas mediante software de reconstrucción de siniestros de tráfico (programa V-Crash 4.0), una de un impacto de un patinete eléctrico contra un vehículo monovolumen y otra de un atropello de un patinete eléctrico a una niña; en ambos casos, el vehículo de movilidad personal circulaba a 25 km/h.

A ello se añaden dos 'crash-test' como complemento a las simulaciones informatizadas y con 'dummies' o maniquíes en los experimentos. El primero involucró a un patinete eléctrico y un monovolumen; aquél choca a 25 km/h contra el lado izquierdo de éste.

En este choque fronto-lateral, el patinete eléctrico apenas sufrió daños, el monovolumen vio afectada su puerta izquierda trasera (lugar de la colisión) y el conductor del patinete tuvo daños en la rodilla izquierda, la cabeza, la cara y la zona cervical, las extremidades y el tórax.

La segunda prueba de choque simuló el choque de un patinete eléctrico a 25 km/h contra una niña que cruza una calle. El conductor del vehículo apenas presentó daños de envergadura y la peatona tuvo mayores impactos al absorber la mayoría de la energía del siniestro, con afectaciones en una rodilla, los hombros, la cabeza, el costado derecho y la zona pélvica.

RECOMENDACIONES

Por todo ello, la Fundación Mapfre recomienda el caso obligatorio (sobre todo, de tipo integral para evitar posibles daños en el rostro) en los usuarios de patinete eléctrico, con el fin de minimizar los daños de colisiones contra otros vehículos, por salida de la vía o golpes contra un elemento fijo.

También aconseja que las ruedas de los patinetes estén correctamente hinchadas, que los conductores lleven chalecos reflectantes o prendas de alta visibilidad y que esos vehículos de movilidad personal tengan un soporte para el teléfono móvil.

Que el conductor del patinete se baje de éste cuando cruce un paso de peatones, llevar el patinete a un taller especializado en caso de avería, no usar el pie como freno o apoyo para realizar un giro, no usar dispositivos para escuchar música o realizar llamadas durante la conducción, no manipular el sistema de limitación de velocidad, que el patinete lleve BMS (o sistema de gestión de baterías) para evitar incendios durante la carga y que incorpore elementos ignífugos que protejan la zona de la batería son otros consejos.

En cuanto a demandas y solicitudes, la Fundación Mapfre pide que haya un registro oficial de siniestralidad con vehículos de movilidad personal como los patinetes eléctricos, más educación y concienciación sobre este tipo de movilidad y el mantenimiento del estado del pavimento para evitar accidentes.

Para los fabricantes, solicita que incluyan consejos de seguridad de uso (incluso el casco) en los manuales de instrucciones de los patinetes eléctricos, un mejor diseño para proteger mejor a sus usuarios y a peatones en caso de colisión, sistemas para evitar la manipulación de sus baterías e introducir sensores de temperatura de las baterías.