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Compra responsable

Consumo responsable

27 Ene 2020

III Estudio de marcas con valores

Los consumidores cada vez compran con mayor responsabilidad

EPD / Madrid

La marca como recipiente de valores. Que el consumidor la coloque del lado de su compromiso social y la perciba como aliada. En 2019, los valores pujantes de las marcas fueron, lo imaginan, asuntos de igualdad y el cambio climático. A los ciudadanos, es decir, a los consumidores, la publicidad no les satisface plenamente, exigen datos. Los ciudadanos, cada vez más conscientes de la soberanía de su elección, no se conforman sólo con anuncios: reclaman cifras que demuestren compromisos contrastables. Consumocracia, lo llaman. El poder de quien compra. Calidad y precio son dos variables que entran en liza, desde luego, pero ya no son ni las únicas ni son determinantes.

Una de las conclusiones del III Estudio Marcas con Valores: El poder del consumidor-ciudadano, elaborado por la consultora 21gramos, es que los jóvenes tienen una gran capacidad de influir y que asumen el consumo responsable. También antes de que Greta Thunberg apareciera en escena. Sobre todo, los menores de veinte años, que influyen en el 69% de los casos sobre sus padres, padres que, en un 58%, consideran que sus vástagos están concienciados con la sostenibilidad y la justicia social.

Curioso. Según el estudio, los jóvenes huyen del discurso triunfalista y se decantan por las propuestas inclusivas. No les disgusta lo imperfecto y no se mienten: saben que, cuando compran barato, algo en el proceso deja es responsable. Tanto que el 83% de los consultados está (es presente, no condicional) dispuesto a cambiar de tienda para adquirir aquellos productos más afines a sus compromisos y militancias. Incluso un 77% buscaría medios de transporte alternativos que contaminen menos. Además, el 63% reduciría sus viajes en avión para rebajar el impacto ambiental y hasta el 72% está dispuesto a pagar más por productos fabricados de manera sostenible. Resumiendo: comprarías aquellas marcas que coinciden con sus valores y desecharían, aunque les gusten, aquellas otras sin compromiso social claro. 

¿Y qué nos motiva a comprar? Ocho de cada diez consumidores están motivados por la necesidad, el 55% lo hace por ahorro y el 45% lo hace por valores. ¿Lo que más disgusta a los consumidores? Según este estudio, la mala gestión de los datos personales (un 20% de los consumidores) así como el incumplimiento de las obligaciones fiscales (un 17%). De los que optan por marcas éticas, un 68% lo hace en alimentación; un 33%, en moda y complementos; y un 23%, en salud y cuidado personal.

La investigación confirma que el consumidor está más informado que en cualquier periodo anterior, lo que le procura una mayor consciencia de las repercusiones que tiene su estilo de vida, no siempre bien resueltas. El estudio asegura que el 80% dice intentar buscar una segunda vida a los objetos que ya no necesita antes de desecharlos, como ropa o juguetes, pero al 56% le gusta estar a la moda y hacerse con las novedades que salen al mercado. Asimismo, el 51% declara que, cuando viaja, considera el impacto medioambiental a la hora de elegir el medio de transporte, pero el 55% reconoce que aprovecha buenos descuentos de avión para conocer lugares distintos del mundo. Contradicciones de la vida moderna. Pero con conciencia.