Así lo precisó la organización en un comunicado en el que añadió que este tipo de tarifas no son realmente planas, ya que todas ellas establecen un límite a partir del cual cambian de tarifa, incrementan su coste o facturan el consumo extra a un precio elevado.

Junto a ello, OCU estimó que la política de tarifas planas no invita a fomentar la eficiencia energética y supone “una invitación al descontrol” en el consumo.

Además, avanzó que el reciente incremento del coste de la energía y la complejidad de las futuras tarifas de acceso que llegarán en abril serán el “caldo de cultivo ideal” para que muchos consumidores contraten tarifas planas “muy poco rentables, tanto económicamente como medioambientalmente”.

Por todo ello, recomendó la contratación de tarifas tradicionales, bien indexadas como la tarifa regulada (PVPC) u optando por una tarifa con un buen precio fijo, ya que, según sus cálculos, puede suponer un ahorro de hasta 230 euros al año para un hogar medio.