España ha logrado situarse en torno a los 400.000 donantes de médula, una meta que estaba prevista para diciembre de 2020. No obstante, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y Sanidad se marcan objetivos más cualitativos que cuantitativos, sobre todo apostar por la juventud y los donantes masculinos para mejorar la viabilidad de los trasplantes.

Esta misma mañana eran 398.400 los donantes españoles de médula ósea, según informó la directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, en declaraciones a la prensa antes de participar en unas jornadas sobre el Plan Nacional de Médula Ósea en la sede del Ministerio de Sanidad.

“Ha llegado el momento de replantearnos el futuro de la estrategia; queremos hablar de objetivos cualitativos y cuantitativos, no sólo tener muchos donantes, sino que tengan mayores posibilidades de transformarse en donantes reales y apostar por la juventud y por donantes masculinos”, expresó Domínguez-Gil.

La ministra Carcedo, por su parte, explicó que “si equilibramos los donantes y los conseguimos jóvenes, iremos aumentando la autosuficiencia como país” en relación a los trasplantes hematopoyéticos.

SÓLO UN MES DE ESPERA

Entre los éxitos que destacó Sanidad en torno a los trasplantes de médula ósea está la reducción de la lista de espera en un 36% durante los últimos diez años, de manera que, actualmente, los pacientes esperan una media de 30 días.

Además, en el 95% de los casos se encuentra a un donante compatible, mientras que para el resto “existen otras opciones”, celebró la directora de la Organización Nacional de Trasplantes. Eso implica, dijo, que “todo paciente que necesite un trasplante de médula y un donante emparentado o no, lo va a encontrar”.

De hecho, en 2018 se batió un récord de actividad con 3.362 trasplantes hematopoyéticos, de los cuales unos 2.000 fueron de la médula del propio receptor. Los 1.300 restantes fueron por parte de un donante, de los cuales en cerca de 800 casos se trató de un familiar del paciente.

La necesidad de que sean varones y jóvenes -entre los 18 y los 40 años, precisó Sanidad- es porque la evidencia científica demuestra que ofrecen mejores resultados, mientras que de momento existe un desequilibrio entre hombres y mujeres en el número de donantes, algo que los expertos achacan a la mayor “solidaridad” de ellas.

NO A LAS CAMPAÑAS INDIVIDUALES

La directora de la ONT hizo especial hincapié en que las familias de pacientes que precisen trasplantes de médula ósea no impulsen campañas por cuenta ajena para atraer un donante para su familiar, dado que generarían confusión sobre el sistema de donación.

“Los llamamientos masivos en redes sociales los entendemos; entendemos a las familias y a los pacientes en su desesperación, pero se ha de mandar un mensaje de tranquilidad porque muchas veces no hacen falta y pueden ser perjudiciales”, explicó Domínguez-Gil.

A su juicio, estas campañas para casos individuales “dan la sensación de que se dona para un paciente en particular, cuando la legislación ni siquiera lo permite” porque el sistema está concebido bajo el “principio de solidaridad universal”, de forma que la médula de un donante va a parar “a cualquier paciente de cualquier país del mundo”.

“GRACIAS A ÉL ESTOY VIVA”

Cristina Piñeiro, una paciente trasplantada de 35 años, relató su experiencia a los medios de comunicación y aplaudió que tan sólo tuvo que esperar 30 días para recibir su trasplante, aunque “para el paciente se hace eterno”.

En su caso fue un donante alemán, una persona que “no me conocía de nada” y quien le entregó “parte de sí misma” para que ella pudiera seguir con su vida. “Gracias a él estoy viva”, afirmó. En este sentido, destacó que donar médula “se trata de un pequeño gesto para el que lo hace y está salvando una vida”.