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Encefalomielitis

Salud

21 Feb 2019

10 de cada 100.000 niños españoles desarrollan cada año una encefalitis, principalmente antes del primer año de vida

Cada año se diagnostican en España unos 600 nuevos casos de encefalitis

Servimedia / Madrid

Cada año se diagnostican en España unos 600 nuevos casos de encefalitis y 10 de cada 100.000 niños españoles desarrollan cada año la enfermedad, principalmente antes del primer año de vida. Así lo señaló este jueves la Sociedad Española de Neurología con motivo de la conmemoración, este viernes, del Día Mundial de la Encefalitis, una enfermedad que, recordó la organización, conlleva una inflamación del sistema nervioso central, fundamentalmente del cerebro, pero también puede afectar, por proximidad, a las meninges (meningoencefalitis) y a la médula espinal (encefalomielitis).

Entre sus causantes principales se sitúa la familia de los virus herpes, los enterovirus y virus trasmitidos por animales. Los virus del sarampión, las paperas o la rubeola también pueden causar encefalitis muy graves en las personas no vacunadas.

Por otra parte, existen también encefalitis inmunomediadas, producidas por alteraciones en el sistema inmunológico del propio paciente, que requieren tratamientos distintos a las encefalitis infecciosas y vigilancia neurológica especializada.

Anualmente se producen muchos casos que no se llegan a diagnosticar porque los pacientes presentan síntomas “atípicos” o no se identifica el agente causante y, por ello, se considera una “entidad infradeclarada”.

La enfermedad suele cursar con fiebre, dolor de cabeza, náuseas y vómitos asociados a otros síntomas como disfunción del sistema nervioso. Según explicó Santiago Trillo Senín, coordinador del Grupo de Estudio de Neurología Crítica e Intensivista de la Sociedad Española de Neurología, un “alto porcentaje” de los casos de encefalitis evolucionan favorablemente con el tratamiento adecuado.

Habitualmente el paciente se suele recuperar en pocas semanas, pero los casos graves

conllevan un “alto riesgo de mortalidad” y secuelas “altamente discapacitantes”, entre las que citó la epilepsia, déficits motores, síntomas cognitivos, trastornos en el comportamiento y trastornos del aprendizaje, con especial importancia en el desarrollo de los niños afectados.

Por todo ello, consideró “clave” la identificación temprana de esta enfermedad y de sus causas tanto para disminuir el riesgo vital, como para prevenir complicaciones.

En este sentido, instó a “promocionar la investigación de esta enfermedad y favorecer la generalización y el acceso rápido a los medios tanto diagnósticos como terapéuticos”. “En los casos graves es preciso un manejo multidisciplinar en unidades de neurocríticos, con experiencia en estos casos, para así mejorar el pronóstico de la enfermedad”, agregó.

Entre los “síntomas de emergencia” que pueden indicar la presencia de encefalitis mencionó fiebre alta, alteraciones del comportamiento, déficits motores, convulsiones, alteración del nivel de conciencia, alucinaciones, somnolencia, dolor de cabeza intenso o pérdida del conocimiento. En el caso de los bebes, estimó “especialmente importante” prestar atención también a síntomas como vómitos, rigidez corporal, fontanela tensa o saliente y/o llanto constante e hipoactividad.

Según el experto, “afortunadamente” la vacunación infantil sistemática frente a sarampión, rubeola, parotiditis, polio, así como frente a otros agentes que causan encefalitis ha reducido la incidencia de esta enfermedad.

“Sin embargo, en los últimos años, y de forma alarmante, se ha producido un repunte de casos de enfermedades en niños no vacunados”, lamentó, para, a continuación, admitir que es “primordial” vacunar a los menores para protegerles e insistir en la necesidad de incrementar el control sanitario y desarrollar nuevas vacunas y antivirales.

Para prevenir las consecuencias “catastróficas” de una encefalitis, recomendó no ingerir agua y alimentos en mal estado, protegerse ante picaduras de insectos, especialmente en climas tropicales, o mordeduras de animales portadores, vacunarse antes de realizar viajes, vacunar a animales domésticos y especialmente los menores.