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Persona con discapacidad trabajando

Seguridad Social

22 Dic 2020

Lo que supone un total de 3.105.500 ciudadanos, según un estudio publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE)

El 10% de las personas vinculadas con la Seguridad Social en 2018 tenían reconocida una discapacidad

Servimedia / Madrid

El 10,0% de las personas que en 2018 tuvieron alguna relación con la Seguridad Social tenía una discapacidad oficialmente reconocida, lo que supone un total de 3.105.500 ciudadanos, según un estudio publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Es la primera vez que el INE elabora este indicador de la vida laboral de las personas con discapacidad. Los datos los ha recogido a partir de la Muestra Continua de Vidas Laborales de la Seguridad Social y de la Base de Datos Estatal de Personas con Discapacidad del Imserso.

De los más de 3,1 millones de personas con discapacidad vinculados a la Seguridad Social, la relación de un 20,0% (621.200) de ellos consistió en estar de alta laboral en algún momento del año. Este porcentaje fue 55,7 puntos inferior al de la población sin discapacidad.

Entre las personas con discapacidad en alta laboral, se observó mayor porcentaje de hombres y de mayores de 45 años que para la personas sin discapacidad, a la vez que un predominio de quienes tuvieron menor grado de discapacidad.

Las personas con discapacidad en alta laboral tuvieron en promedio 1,75 episodios de afiliación en el año 2018 frente a 2,12 en el caso de quienes no tuvieron discapacidad.

En 2018, el 31,6% de las afiliaciones por cuenta ajena de personas con discapacidad fueron contratos indefinidos, frente al 27,7% de las personas sin discapacidad.

Para el 85,8% del total de personas con discapacidad que tuvieron relación con la Seguridad Social en 2018, esa relación fue la de ser pensionista en algún momento del año. Este porcentaje se reduce al 23,0% en el caso de la población sin discapacidad.

CARACTERÍSTICAS

Según el INE, lo más destacable del colectivo de personas con discapacidad es su baja participación en el mercado laboral, lo que hace que tengan menos episodios de situaciones en alta laboral.

Por grupos de edad, la población con discapacidad que estuvo en alta laboral en algún momento de 2018 se concentró en los tramos más altos: más del 60% tenía entre 45 y 64 años. La mayor diferencia la encontramos en el tramo de 55 a 64 años, con un 28,9% de personas con discapacidad, frente a un 15,4% entre la población sin discapacidad.

Por nacionalidad se percibe una menor proporción de población extranjera entre las personas con discapacidad (un 2,8% frente a un 12,1%).

La participación laboral está muy determinada por el tipo e intensidad de la discapacidad. Entre las personas en alta laboral en la Seguridad Social en algún momento de 2018, el peso de las que tenían un grado de discapacidad de menor intensidad fue del 55,7% y disminuyó progresivamente hasta el 2,7% para el grado superior de discapacidad.

Quienes tenían deficiencias en el Sistema osteoarticular representaron el 23,9% de las personas con discapacidad en alta laboral. La menor representación correspondió a quienes tuvieron un tipo de discapacidad asociado a Sistemas digestivo, metabólico y endocrino, con un 3,8%.

Las personas con discapacidad tuvieron un total de 1.088.800 situaciones en alta laboral en la Seguridad Social, es decir 1,75 afiliaciones por afiliado. En el caso de las personas sin discapacidad cada afiliado tuvo en promedio 2,12 afiliaciones en el año. Corrobora también esta diferencia el hecho de que el 47,7% de las afiliaciones de las personas con discapacidad estuvieron en
 alta todo el año, en comparación con el 40,0% de las personas sin discapacidad. Además el 73,1% de los afiliados con discapacidad solo tuvo una afiliación en el año, siendo este porcentaje del 66,3% en el caso de no tener discapacidad. En 2018, el 31,6% de las afiliaciones por cuenta ajena de personas con discapacidad fueron contratos indefinidos, frente al 27,7% en el caso de las personas sin discapacidad.

Teniendo en cuenta que el hecho de tener una pensión de incapacidad permanente implica ser considerada como persona con discapacidad, nos encontramos a un mayor número de personas con discapacidad entre los pensionistas. Del total de las personas con discapacidad que tuvo alguna relación con la Seguridad Social en 2018, 2.663.100 recibieron alguna pensión contributiva, 85,8% del total, siendo el 23,0% entre las personas sin discapacidad. Los hombres tuvieron mayor peso entre los pensionistas con discapacidad que entre los que no la tenían (57,2% frente a 49,3%). Únicamente en el grupo de mayores de 65 años las personas con discapacidad tienen, de forma significativa, menor representación entre los pensionistas (un 58,2% frente a un 87,0% entre las personas sin discapacidad).

En cuanto al tipo y grado de discapacidad de los pensionistas, vemos una distribución muy similar al de la afiliación, con predominio de la deficiencia del Sistema osteoarticular y un aumento del porcentaje de pensionistas con el grado máximo de discapacidad (9,7% frente a un 2,7% de los afiliados en alta). En 2018, los pensionistas con discapacidad que tienen reconocida una incapacidad permanente y no están registrados en la BEPD son 40,6%. Estas personas no tienen reconocido un tipo y grado de discapacidad.