Soy un trabajador de la Fundación Aspace Navarra para el empleo. Ante la situación que estamos viviendo, quiero expresar mi tristeza y desesperación porque veo peligrar mi puesto de trabajo y el de mis compañeros, así como mi integración en la sociedad.

Pediría al señor Roig menos palabras y más soluciones, y al señor Sanz, que ante otras cuestiones es muy locuaz y ante esto permanece en silencio, le diría ¿por qué permanece callado? ¿acaso este Gobierno nos considera ciudadanos de segunda a los que tener en centros asilados de la sociedad, dándonos una ocupación o entretenimiento y un dinerillo?

Quiero recordaros que hay unas leyes que datan de 1987 por las que tienen la obligación de reservar un 5% de la plantilla a personas con discapacidad en las administraciones públicas y un 2% en empresas ordinarias de más de 50 trabajadores.

¿Por qué algunas leyes se cumplen desde el primer día (véase la ley del tabaco) y ésta que data de hace 22 años se sigue incumpliendo sistemáticamente saltándose nuestros derechos más elementales? No pedimos caridad, sólo pedimos lo que nos corresponde por derecho.