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Soledad no deseada

Investigación

5 Jun 2023

Lo sufren más ellas que ellos

El 13,4% de los españoles se encuentran en situación de soledad no deseada, cuyo coste equivale al 1,17% del PIB

Servimedia / Madrid

La soledad no deseada es un fenómeno que afecta al 13,4% de la población española y supone un coste de 14.141.088.527 euros anuales en España, el equivalente al 1,17% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional de 2021.

Esta es una de las conclusiones del estudio ‘El coste de la soledad no deseada en España’, elaborado por el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada (SoledadES) de Fundación ONCE en colaboración con Nextdoor a partir de los resultados de una encuesta realizada a 4.004 ciudadanos de 16 y más años residentes en España, sobre el cual se profundizó en un acto celebrado en la sede de la agencia de noticias Servimedia que contó con la participación de la presidenta de SoledadES, Matilde Fernández; el exministro de Trabajo e Inmigración Valeriano Gómez; el experto en Salud Pública y Políticas de Salud Fernando Lamata; Katherine Villegas, responsable en España de Nextdoor; y los investigadores del Berta Rivera y Bruno Casal, de la Universidad de Vigo y de la Universidad de A Coruña, respectivamente, y autores del trabajo.

Después de detallar pormenorizadamente la metodología de la muestra, Bruno Casal profundizó en las conclusiones de la misma, observando que la soledad no deseada afecta al 13,4% de la población en España, siendo éste un fenómeno que sufren más las mujeres (14,8%) que los hombres (12,1%).

En cuanto a las edades, el segmento de población más afectado es el que cuenta con edades comprendidas entre 16 y 24 años (21,9%), a pesar de lo cual la percepción de aislamiento entre quienes tienen 75 y más años se sitúa en el 12,2%, una “evolución en forma de U” análoga a la que sucede en otros países del mundo.

A su vez, Bruno Casal especificó que las enfermedades con mayor incidencia entre las personas que se encuentran en situación de soledad no deseada son la depresión (39,3%), ansiedad crónica (37,8%) y las enfermedades cardiovasculares, subdivididas en los siguientes tipos: infarto de miocardio (6%), angina de pecho y otras dolencias coronarias (8,2%) y otras enfermedades del corazón (7,4%).

Respecto a la autovaloración sobre su estado de salud, el 50,3% de las personas en situación de soledad no deseada lo considera regular, malo o muy malo, frente al 30% de quienes no están en ella.

Al mismo tiempo, un 20,8% de las personas en situación de soledad no deseada tiene algún tipo de discapacidad, especialmente de movilidad y de visión, mientras que el 6,5% de ellas declara estar gravemente limitado, frente al 3,8% de quienes no se sienten solas.

Del mismo modo, las personas en situación de soledad utilizan más los servicios sanitarios, especialmente de las consultas de Atención Primaria, médicos especialistas, infraestructuras de urgencia y tiempo de hospitalización.

Respecto al consumo de medicamentos, el 33,1% de ellas toman tranquilizantes y relajantes; el 7,3%, medicinas para el corazón; y el 23,6%, antidepresivos y estimulantes.

COSTE ECONÓMICO

Por su parte, Eva Rodríguez cuantificó el impacto económico de la soledad no deseada, que se traduce en un coste de 14.141.088.527 euros anuales en España, el equivalente al 1,17% del PIB nacional de 2021.

El coste directo sanitario se sitúa en 6.101.440.763 euros, dividido de la siguiente manera: frecuencia de servicios sanitarios (5.605.587.980 euros) y medicamentos (495.852.783 euros).

El estudio especifica que las pérdidas de producción no ligadas a la mortalidad ascienden a 7.848.411.655 euros, mientras que las relacionadas con la mortalidad son de 191.236.109 euros.

También cuantifica las perdidas de calidad de vida no ligadas a la mortalidad en un millón de AVAC (equivalente a un año de vida en buena salud); y las relacionadas con ella, en 17.866.

A partir de estos datos, Eva Rodríguez dejó claro que la soledad no deseada, a la que definió como “la epidemia silenciosa del siglo XXI”, representa un “reto futuro de investigación”, que “no está exento de dificultades metodológicas”.

Por su parte, Valeriano Gómez señaló la probabilidad de que el estudio “esté sesgado a la baja”, ya que los costes de la soledad no deseada “serán seguramente mayores” a los 14.000 millones de euros reseñados en el trabajo, una cifra que avisó de que se acerca progresivamente a los 20.000 millones de euros anuales que España gasta de media en prestaciones de desempleo.

Por último, Matilde Fernández defendió este tipo de estudios, ya que sin ellos la sociedad carece de instrumentos para “tomar decisiones adecuadas”, mientras que Fernando Lamata consideró “preocupante” la percepción de soledad que tienen los jóvenes, una realidad que conminó a las autoridades a trabajar para revertirla.

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