- «Creo en lo traumático como origen de la creación»
Después de El factor Munchausen (Cendeac) y Una espina clavada en la carne (Psimática), Psicoanálisis y literatura. Si digo agua, ¿beberé? (Enclave de libros) cierra la trilogía que la escritora y psicoanalista Lola López Mondéjar (Molina de Segura, 1958) ha dedicado al análisis y exploración del misterio de la creatividad y su maridaje con el trauma.
- De Ory o el artefacto literario totalizador
Escribir su nombre, Carlos Edmundo de Ory (Cádiz 1923. Thézy-Glimont, Francia, 2010) abre una constelación de genialidades hilvanadas por el fulgor poético. Desde sus aerolitos hasta Cuentos sin hadas (por favor, no dejen de leer el relato ‘Escribiendo a los Reyes Magos’).
- “La construcción del loco a lo largo de la historia muchas veces no es sino la estigmatización de la diferencia para el control represivo por parte del poder”
Fernando Oreste Nannetti (Roma, 1927–Volterra, 1994), hijo de padre desconocido y de una madre que se desentiende de él, fue ingresado en un centro para persona con desórdenes mentales a los diez años. Desde entonces, su vida es un entrar y salir (ocasionalmente) de distintos manicomios. Su manera de sostenerse fue escribir en los muros del patio con la hebilla de su uniforme de interno.
- “El auténtico poeta sabe cuándo nos acostumbramos a ver una máquina de coser y un paraguas en una mesa de disección”
Extravagantes. La poesía como necesidad (Ojos de sol).
- “La poesía de Espanca se impregna de un carácter muy personal, moderno, independiente y feminista”
La lírica de la poeta alentajana Florbela Espanca (Vila Viçosa, Portugal, 1894- 1930, Matosinhos) recuerda tanto a la elegancia de la gacela como a la solemnidad del cisne, ambos convocados allí donde muere la tarde a través de versos por momentos exaltados, melancólicos y enloquecidos, mas siempre auténticos.
- “La locura permitió a Alda Merini no solo relacionarse con su dolor, sino también con el dolor de los demás”
La otra verdad. Con este sugerente título, Mármara publica un texto de Alda Merini (Milán, 1931-2009) en el que la poeta habla de sus estancias en distintos manicomios. Diario de una diversa, lleva por subtítulo. Diversa porque la Merini no era loca, ni amante dispuesta, ni irónica, ni madre, ni religiosa, ni extravagante.
- “Escribir no consiste en dar una explicación al caos sino una unidad”
Distraídos venceremos (Jekyll&Jill). Con este título, tomado de unos versos del inclasificable escritos Paulo Lemimski, Andrea Valdés (Barcelona, 1979) trisca con una voracidad y un apasionamiento arrolladores en la escritura (auto) biográfica de una huestes de escritores perdidos, orillados, casi imposible por la pureza que gasta.
- “No hay otra realidad que la del amor, no hay otra realidad que la de la locura”
Cuesta escoger un titular para esta entrevista. Ceñirse a un puñado de preguntas cuando el texto en origen en tan rizomático. Santiago Craig (Buenos Aires, 1978) ha escogido 27 maneras de enamorarse (Factotum ediciones) pero podrían haber sido nueve más. U ochenta y tres.
- “Para Alda Merini, la locura es un estado del alma”
‘Delito de vida’.
- “La idea de que la felicidad está al alcance de cualquiera es una falacia”
Hay una parte de nosotros en permanente boicot a nosotros mismos; una zona que nos habita que subsiste gracias a transfusiones eléctricas de sueño y realidad por completo diluidas, regiones de nuestra mente oscuras como una larga desesperación petrificada en soledad. Vivimos en tinieblas, salvo que prendamos la lumbre que nos permita encarar aquello que nos causa dolor.