- “La idea de que la felicidad está al alcance de cualquiera es una falacia”
Hay una parte de nosotros en permanente boicot a nosotros mismos; una zona que nos habita que subsiste gracias a transfusiones eléctricas de sueño y realidad por completo diluidas, regiones de nuestra mente oscuras como una larga desesperación petrificada en soledad. Vivimos en tinieblas, salvo que prendamos la lumbre que nos permita encarar aquello que nos causa dolor.
- “Paradójicamente, el manicomio para la Merini es también un oasis infernal, una cárcel que encierra y protege”
Como inconclusión, podríamos decir que Alda Merini, (Milán, 1931- 2009), en su pobreza, tuvo que imaginarlo todo. Y a partir de ahí consiguió abrir un hueco en medio del vacío donde habitar. Y escribir. La suya es una poesía que estalla las costuras de los modos, los preceptos, las normas.