- “Muchos de los herederos naturales de quienes intentaban acabar con la censura se han convertido en censores voluntarios y orgullosos”
La Codorniz. Sólo mentarla ensancha una sonrisa amable, con retranca, loca (porque la risa es, al fin y al cabo, una cosa muy loca). Por esta cabecera transitaron algunos de los nombres que hicieron del humor un territorio muy próximo al delirio o al edén –si acaso no es lo mismo.