- «Solo se corre hacia el precipicio cuando se ha comprendido que nada tiene sentido si no se intenta volar»
Lo mismo emplaza un texto de una enciclopedia que hace del uso de los dos puntos una escotilla por las que atisbar su exilio y su escarcha. Su manera de disponer y dorar la palabra tiene que ver con lo biográfico, con cierta sensualidad musical, cierto desconsuelo –por momentos casi telúrico-. Con la memoria. Con la identidad.