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Cambio climático

Infancia

20 Ago 2021

Especialmente en República Centroafricana, Chad, Nigeria, Guinea y Guinea-Bissau

Alrededor de mil millones de niños sufrirán las consecuencias del cambio climático

Servimedia / Madrid

Unos mil millones de niños y niñas (casi la mitad de los 2.200 millones que hay en el mundo) viven en uno de los 33 países considerados “de muy alto riesgo” por los efectos del cambio climático en sus vidas, siendo los chavales de República Centroafricana, Chad, Nigeria, Guinea y Guinea-Bissau los más vulnerables a este fenómeno que afecta a su salud, su educación y su protección, y los expone a enfermedades mortales.

Esta es la principal conclusión del informe ‘La crisis climática es una crisis de los derechos del niño: Presentación del Índice de Riesgo Climático de la Infancia’ elaborado por Unicef, en el que se analizan los riesgos climáticos desde la perspectiva de la infancia.

Presentado en colaboración en colaboración con ‘Fridays for Future’ cuando se conmemora su tercer aniversario, el trabajo expone que alrededor de mil niños se enfrentan a la “combinación letal” de estar expuestos a numerosas perturbaciones climáticas y medioambientales y ser muy vulnerables como consecuencia de la precariedad de los servicios esenciales que reciben, como el agua y el saneamiento, la atención médica y la educación.

Ante esta situación, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, destacó que “las perturbaciones climáticas y medioambientales están menoscabando la totalidad de los derechos de los niños y niñas, desde su acceso a un aire limpio, alimentos y agua potable, hasta su derecho a una educación, a una vivienda, a estar protegidos contra la población e incluso a sobrevivir. La vida de prácticamente todos los niños resultará afectada”.

El Índice de Riesgo Climático para la Infancia compilado en el informe pone de manifiesto que 240 millones de niños y niñas están muy expuestos a las inundaciones costeras; 330 millones están muy expuestos a las inundaciones fluviales; 400 millones están muy expuestos a los ciclones; 600 millones están muy expuestos a las enfermedades transmitidas por vectores; 815 millones están muy expuestos a la contaminación por plomo; 820 millones están muy expuestos a las olas de calor; 920 millones están muy expuestos a la escasez de agua; y 1.000 millones están muy expuestos a niveles cada vez más elevados de contaminación atmosférica.

Por otro lado, se calcula que 850 millones de niños y niñas (1 de cada 3 en el mundo) viven en zonas donde se solapan al menos cuatro de las perturbaciones climáticas y medioambientales anteriormente citadas. Además, unos 330 millones (1 de cada 7 en el mundo) viven en zonas afectadas como mínimo por cinco peligros considerables.

Del mismo modo, el informe muestra incoherencias entre los países donde se generan las emisiones de gases de efecto invernadero y aquellos en los que los menores sufren las peores consecuencias del cambio climático.

En conjunto, los 33 países “de muy alto riesgo” emiten tan solo el 9% de las emisiones mundiales de CO2. Por el contrario, los 10 países que generan más emisiones representan casi el 70% de las emisiones mundiales. Sin embargo, solo uno de estos países se encuentra clasificado como país “de muy alto riesgo” en el Índice.

Unicef alertó de que, “si no se toman las medidas necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero cuanto antes, los niños y niñas seguirán sufriendo más que nadie”, ya que, en comparación con los adultos, necesitan más alimentos y agua por cada unidad de peso corporal; tienen menos capacidad para sobrevivir a los fenómenos meteorológicos extremos; y son más susceptibles a las sustancias químicas tóxicas, los cambios de temperatura y las enfermedades, entre otros factores.

Por ello, exigió a los gobiernos y a las empresas aumentar las inversiones destinadas a la adaptación y la resiliencia al clima en los servicios más importantes para la infancia; reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; proporcionar a los niños educación sobre el clima y competencias ecológicas; incluir a los jóvenes en todas las negociaciones y las decisiones relacionadas con el clima a nivel nacional, regional e internacional, incluida la COP26; y garantizar que la recuperación de la pandemia sea respetuosa con el medioambiente, genere bajas emisiones de carbono y beneficie a todo el mundo.

Por último, el informe detalla que España se encuentra en la zona media-baja de este Índice de Riesgo Climático para la Infancia, concretamente en el puesto 117, de un total de 163.