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Comida desperdiciada

Hábitos

30 Sep 2021

Se pierden entre las cosechas y la venta al por menor o se desperdician, mientras que más de 800 millones de personas pasan hambre

Un 31% de los alimentos producidos en el mundo nunca llegan a la mesa, según la ONU

Redacción / Madrid

Alrededor de un 31% de los alimentos que se producen en el mundo nunca llegan a la mesa porque se pierden entre las cosechas y la venta al por menor o se desperdician, cuando 811 millones de personas pasan hambre y más de 3.000 millones no pueden permitirse una dieta saludable. Naciones Unidas aporta estos datos con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, que se celebra por segunda vez tras estrenarse el año pasado.

Los datos de la ONU, recogidos por Servimedia indican que, a nivel global, cerca de un 14% de los alimentos producidos se pierden entre la cosecha y la venta minorista. A ello se suma que aproximadamente un 17% de la producción total de alimentos se desperdicia (un 11% en los hogares, un 5% en los servicios de comidas y un 2% en el comercio al por menor). Los alimentos que se pierden y desperdician representan un 38% del uso total de energía en el sistema alimentario mundial.

Según la ONG Enraíza Derechos (antes Prosalus), de ser el desperdicio un país sería el tercer emisor de gases de efecto invernadero, sólo por detrás de China y Estados Unidos. Además, más de un 20% de todas las tierras de cultivo (1.400 millones de hectáreas) son malgastadas, cuando el suelo es uno de los recursos naturales que más lentamente se recupera.

El desperdicio alimentario utiliza más del 20% de todo el consumo de agua dulce del planeta para producir alimentos que acaban en la basura y contribuye a agravar el problema del hambre en el mundo, ya que afecta a la seguridad alimentaria de las personas porque hay menos alimentos disponibles, se encarece el precio perjudicando sobre todo a las poblaciones más vulnerables y pone en peligro la alimentación de las generaciones futuras, según Enraíza Derechos.

REDUCIR A LA MITAD EL DESPERDICIO

La Agenda 2030 propone en un la meta 12.3 de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) reducir a la mitad entre 2015 y 2030 el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores, y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha.

"Hasta ahora pocos países han implementado medidas y las mediciones de la comida desperdiciada son escasas a nivel internacional. Es urgente que la reducción del desperdicio forma parte de las agenda políticas, internacionales y nacionales, porque sin voluntad política será imposible frenar el desperdicio", apunta Enraíza Derechos.

Para Naciones Unidas, "en un mundo en el que el número de personas afectadas por el hambre ha aumentado lentamente desde 2014, y en el que cada día se pierden o desperdician toneladas y toneladas de alimentos, es fundamental reducir las pérdidas y el desperdicio".

Cuando se pierden o desperdician alimentos, todos los recursos que se utilizaron para su producción -como el agua, la tierra, la energía, la mano de obra y el capital- se desaprovechan, según la ONU.

Además, la eliminación de los alimentos perdidos o desperdiciados en vertederos genera emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático. La pérdida y el desperdicio de alimentos también pueden tener repercusiones negativas en la seguridad alimentaria y la disponibilidad de alimentos, y contribuir a aumentar el costo de la alimentación.

"Es necesario adoptar medidas a escala mundial y local para aprovechar al máximo los alimentos que producimos. Para introducir este cambio transformador es fundamental incorporar tecnologías, soluciones innovadoras (en particular plataformas de comercio electrónico para la comercialización y sistemas de elaboración de alimentos replegables y móviles), nuevas formas de trabajar y buenas prácticas con miras a gestionar la calidad de los alimentos y reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos", concluye Naciones Unidas.