Compartir en redes sociales

Ciberacoso

Violencia

16 Dic 2022

Así lo asegura un estudio de la Carlos III

Mujeres jóvenes, no heterosexuales y con empleo, principales víctimas de acoso sexual digital en el confinamiento

Redacción / Madrid

Durante el confinamiento en España el acoso sexual se trasladó de los espacios públicos al entorno digital, siendo las mujeres jóvenes, con orientación no heterosexual y con trabajo remunerado las principales víctimas. Así lo evidencia un estudio colaborativo realizado por la Escuela de Salud Pública del Instituto ISCIII, la Universidad de Gerona y la de Alicante.

El trabajo, publicado en 'BMC Public Health', ha realizado 2.515 entrevistas a hombres y mujeres de entre 18 y 35 años residentes en España, entre el 15 y el 28 de octubre de 2020, a través de la Encuesta Violencia Sexual en Jóvenes. El objetivo era analizar la prevalencia y factores asociados al acoso sexual diferenciando los períodos antes, durante y después del confinamiento por covid-19.

Como factores asociados, se han tenido en cuenta variables sociodemográficas, de atracción sexual y de relación de pareja, el país de nacimiento, haber tenido un trabajo remunerado o no en los últimos 12 meses, el nivel de estudios, la orientación sexual, la edad y el sexo.

Los resultados indican que las mujeres tenían casi el doble de posibilidades que los hombres de sufrir acoso sexual (49% frente al 22,2%) y entre hombres y mujeres heterosexuales la prevalencia estimada (31,5%) fue inferior a la observada entre bisexuales (53%), gais (39,2%) y lesbianas (34,6%).

El porcentaje de prevalencia en el grupo de edad de 18 a 24 años fue el doble del observado en el grupo de 30 a 35 y, durante el confinamiento, el acoso a través de canales electrónicos aumentó (32,6% frente al 16,5% y 17,8% antes y después de ese período, respectivamente) y disminuyó en espacios públicos (22,9% frente al 63,4 y 54,4% pre y post confinamiento).

Según explicaron las investigadoras “nuestros resultados indican que el acoso sexual es una manifestación de poder que pone principalmente en desventaja a las mujeres, los individuos más jóvenes, los no heterosexuales y los que tienen o han tenido un trabajo remunerado durante los últimos doce meses. Asimismo, sufren más acoso aquellas personas que no conviven con una pareja o que nunca la han tenido”.

El trabajo pone en relieve que el acoso sexual antes y después del confinamiento tiene lugar, en su mayor parte, fuera del ámbito del hogar, como en el ámbito laboral, académico, etc. y en entornos públicos. Finalmente, se ha concluido que el cierre temporal de estos espacios como medida de freno al avance del coronavirus impidió el acoso presencial y este tipo de conductas se trasladaron al entorno digital.

Para las investigadoras, “queda un largo camino por recorrer, porque aún existe discriminación basada en el género, la orientación sexual o la edad de las personas sustentada en relaciones de poder que no respetan la igualdad de oportunidades. Por eso nuestros estudios son relevantes, porque pueden ayudar a diseñar políticas preventivas que se pueden aplicar en adolescentes y jóvenes”.