Pintura
30 Ago 2019
Pedro Carrasco, pintor y escritor
“Estudiar a los grandes: ese es el secreto”
Esther Peñas / Madrid
Pedro Carrasco (Madrid, 1964) es un bioquímico con alma lírica. O un narrador con inquietudes de tabla periódica. Ha firmado novelas en las que la culpa se extiende como lechada (y, como lechada, va fijando la juntas). Títulos como Dónde te has ido, El ruido del arcoíris o El reencuentro son una buena puerta para adentrarse en su narrativa. Pero también pinta. Acaba de exponer en Londres, en los próximos meses lo hará en Estocolmo y, la próxima semana, podremos ver una muestra de su obra en la galería Gaudí (Madrid, calle de García de Paredes, 76).
¿Cuándo le mueve a uno pintar y cuándo escribir?
Creo que escribo mejor cuando estoy triste, le doy salida a mi lado oscuro, como que lo externalizo en el relato o libro o lo que esté escribiendo en ese momento. En contraposición, pinto cuando estoy más alegre. Así que como la vida es una cosa y otra, pinto y escribo alternativamente.
¿Qué te reporta una y otra disciplina?
La escritura me relaja, me conforta, como si expulsara fuera determinados pensamientos negativos que circulan por mi cabeza. Es muy terapéutica. La pintura me recuerda que la belleza es inmutable y nunca cambia, y lo mejor de todo, siempre está a tu disposición.
Acabas de exponer en Londres y lo vas a hacer en Estocolmo, próximamente. ¿Es más fácil exponer en una galería que publicar una novela?
No. En mi caso podría aseverar que es igual de difícil. Conlleva mucho esfuerzo, muchas correcciones y humildad. Estudiar a los grandes: ese es el secreto para ambas disciplinas.
Tu estilo, al menos estos tres cuadros que muestras la próxima semana, resuenan a Pollock. ¿Por qué esa querencia al arte abstracto?
Siento fascinación por ese movimiento, en sus dos vertientes, tanto en el campo de color como en el goteo de pintura. Me parece fascinante su enfoque y la cantidad de cosas que un autor puede trasmitir.
También has hecho incursiones en el hiperrealismo. ¿Qué estilo crees que cala mejor en nuestro país?
Estudié pintura en el proyecto realista de los pintores Alejandro Decinti y Óscar Villalón, que he de añadir que fue una etapa maravillosa de aprendizaje constante, de ahí los cuadros hiperrealistas. Respecto a nuestro país creo que varía en función del tiempo, pero no me atrevería a afirmar cuál de los estilos es mejor aceptado.
¿Cuál es la salud de la pintura contemporánea española?
La salud es buena. Aquí se hacen cosas maravillosas, aunque vivir de ello es extremadamente complicado. Dos caras de la misma moneda.
¿Qué hace un bioquímico metido a artista?
Creo que lo correcto sería ¡qué hace un artista metido a bioquímico! Ja, ja, ja.
