En un comunicado, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Agencia de la ONU para la Infancia (Unicef) pidieron "acciones urgentes para abordar la dramática inseguridad alimentaria aguda en el norte de Etiopía".

Los tres organismos mostraron su "particular preocupación" ante la situación en la región de Tigray, donde "el riesgo de hambruna es inminente a menos que se amplíen la asistencia alimentaria y la ayuda de subsistencia, se garantice el acceso a la zona sin ningún tipo de obstáculos y cesen las hostilidades".

La nueva clasificación destacó también que más de 350.000 personas ya se enfrentan a condiciones catastróficas (IPC 5, Catástrofe) en la región de Tigray. Se trata del número más alto de personas clasificadas en IPC 5 en un solo país en la última década, subrayó.

Más del 60% de la población -más de 5,5 millones de personas- afronta altos niveles de inseguridad alimentaria aguda (IPC 3-5) en Tigray y las zonas vecinas de Amhara y Afar. De ellas, unos 2 millones se encuentran en el nivel de emergencia de inseguridad alimentaria aguda (IPC 4) y, sin una acción urgente, "podrían caer rápidamente en la hambruna".

Por otro lado, la ONU prevé que la gravedad de la inseguridad alimentaria aguda aumente hasta septiembre, sobre todo en Tigray, y que más de 400.000 personas hagan frente a condiciones catastróficas (IPC 5, Catástrofe) si no reciben ayuda urgente y sin obstáculos.

De hecho, las tres agencias de la ONU se mostraron "especialmente preocupadas" por el riesgo de hambruna en Tigray en el caso de que el conflicto se intensifique y la ayuda humanitaria se vea obstaculizada.