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Tickets

Salud

16 Ene 2019

Según un estudio internacional liderado por la UGR

El 90% de los tickets de compra contiene sustancias potencialmente cancerígenas

Servimedia / Madrid

El 90 por ciento de los recibos de compra en tiendas y supermercados en los que se borra la tinta porque están elaborados con papel térmico contienen bisfenol-A (BPA), que altera el equilibrio hormonal y está relacionado con cáncer en órganos dependientes de las hormonas, como el de mama, malformaciones genitourinarias, infertilidad y obesidad.

Así lo desveló un estudio internacional liderado por la Universidad de Granada (UGR), que informó de sus resultados este martes, y cuyos autores advierten de la necesidad de evitar mezclar los tickets con la comida en la cocina al desempaquetar la compra, el pescado o la carne, así como jugar con ellos, arrugarlos para tirarlos, escribir notas o guardarlos en el coche, el monedero o el bolso.

“Podemos reconocer este tipo de papel porque, si acercamos una fuente de calor, por ejemplo, una cerilla, se ennegrece de forma instantánea”, explicó el catedrático de Medicina de la UGR Nicolás Olea, autor principal del trabajo junto a José Manuel Molina, investigador del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada.

Olea agregó que estos recibos resultan “fáciles de identificar, ya que pierden lo impreso con el tiempo y cuando vas a devolver los pantalones que te compraste, el dependiente te dice que no se ve nada en ellos”.

“Muchas veces, lo único que encuentras es un fino polvo blanco que se desprende al sacarlos de la cartera o del monedero. El BPA es, precisamente, ese polvo blanco que te mancha los dedos”, puntualizó.

Una de las alternativas al uso del BPA es el empleo del bisfenol-S (BPS) “que tiene una estructura molecular algo similar al BPA, pero con una introducción de un átomo de azufre en lugar de un carbono en su fórmula”, según recoge el artículo, publicado en la revista Environmental Research y cuyos responsables analizaron la presencia tanto de BPA como de BPS en los recibos de papel térmico así como la actividad hormonal de los extractos de estos recibos.

En concreto, estudiaron 112 recibos de papel térmico procedentes de Brasil, España y Francia. En el estudio liderado por la UGR, más del 90% de los recibos colectados en Brasil y en España tienen BPA y la actividad biológica de carácter hormonal anti-androgénica está presente en todos aquellos que contienen BPA.

Sin embargo, en el caso de los procedentes de Francia solo la mitad de ellos contienen esta sustancia, lo que, a juicio de los expertos “confirma” la adopción de medidas por parte del Gobierno galo desde el año 2014 para la reducción del compuesto en el papel térmico “con vistas a proteger a la población”.

“Lo malo”, según Olea, es que la alternativa francesa “parece ser el BPS, que es también un disruptor endocrino, con una mayor persistencia medioambiental y, por tanto, no es una opción válida”.

No obstante, los investigadores auguran un aumento de su uso en los próximos años, ya que su regulación “no es tan estricta” como la establecida en torno a BPA y criticaron que “algo está fallando en los sistemas de vigilancia de la toxicidad de los compuestos químicos de nuestro medio”.

A este respecto, lamentó que las medidas reguladoras “parecería que se establecen a posteriori, cuando la exposición humana ya es evidente”. “De hecho, la protección de cientos de miles de personas jóvenes trabajando como cajeros en los supermercados y comercios no se está llevando a cabo con la rigurosidad que sería conveniente”, advirtió.

En tanto el Ejecutivo no toma medidas o los establecimientos “se dan por enterados”, recomendaron a los ciudadanos “manipular lo mínimo posible este tipo de tickets”.

“Mientras que se toman medidas ante lo que puede ser un importante problema de salud pública debemos rechazar los recibos de papel térmico y exigir que la sustitución del BPA en el papel térmico prometida en España para el 2020 no se haga sustituyéndolo por papel térmico con BPS”, enfatizaron.

Junto a investigadores del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, en el estudio participaron profesionales del Hospital Universitario San Cecilio de Granada; la Université Paris Descartes y el Hospital Necker Enfants Malades de París (Francia) y la National School of Public Health de Río de Janeiro (Brasil).