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Diego Paqué

Entrevista

20 Oct 2021

Diego Paqué, músico

«De las dudas saco bastante beneficio, me dirigen»

Esther Peñas / Madrid

Doce temas componen el nuevo trabajo discográfico de Diego Paqué (y van seis), Asteria, que suena a raíz, pero también a código binario (música electrónica) y a asfalto (léase ritmos urbanos). Tres años ha necesitado para alumbrarlo. A su cargo, todo: composición, interpretación instrumental y producción. El próximo 30 de octubre actuará en Madrid. Todos los detalles del nuevo disco de quien fuera  nominado a los Premios Nacionales de la Música como Artista Revelación y al Mejor Disco por su primer trabajo ‘Merguizo’, pinchando aquí.

Asteria. Me viene a la cabeza la Asteria amazona que murió defendiendo a Hipólita de Heracles. ¿Qué significa este nombre?

Además de lo que pueda significar mitológicamente, una mujer que se convierte en ave para huir y levanta una isla en medio del mar como refugio de creadores, Asteria me trae lo que representa el disco, lo que lleva en su interior: un universo caleidoscópico y místico, entre la femineidad y masculinidad que albergo. Como asteroides que giran alrededor, el disco me envuelve en cada pieza. La lucha, lo irreverente, lo astrológico... el disco es así, astros, opciones sonoras que giran en torno a mi universo musical.

Es el sexto disco en su haber. Si echa la vista atrás, ¿qué cosas han permanecido inalterables y cuáles han cambiado radicalmente en Diego Paqué?

Lo que permanece inalterable es la pasión, la sorpresa, la fascinación  por el acto de crear, la convicción de mantenerme fiel a lo que siento. Ha sido un proceso permeable, de varios años, que me permite verme desde diversas perspectivas.

Lo que ha cambiado radicalmente es el foco del por qué y el cómo. Lo importante es en quién me permite desdoblarme, siento la gratitud por ser un canal. Si en mi trayectoria hubo inquietud por encajar, ahora tengo claro que lo fundamental es transmitir de manera honesta.

¿Qué tiene este disco como novedad respecto de los anteriores?

El disco contiene doce temas. Si no me conoces y lo escuchas, puedes creer que hay doce intérpretes diferentes. Es un trabajo discográfico, tras casi treinta años de oficio, en el que me sumerjo solo, con mis instrumentos, mi criterio y mi emoción. Además, de la composición e interpretación, me ocupo de la producción discográfica y audiovisual en su conjunto. Está hecho de manera artesanal y propia, en un plano distinto de las tendencias musicales y comerciales. La gente me dice que es elixir puro, y yo, sonrío. 

Incorpora textos poéticos de distintos autores. ¿Cómo ha sido el proceso de selección, cuál el criterio para que sean estos poetas y no otros?

Son gentes que me gustan, algunas por mi relación con lo vivido y la revolución social siempre necesaria. Otras suponen una inmersión cultural intergeneracional que me mantiene en constante crecimiento. Igualdades, derechos sociales y humanos que trascienden.

De entre los cortes que componen el disco, ¿por cuál siente preferencia?

La preferencia de cada corte viene con el momento, con el día. Como le pasa a cualquier oyente, respondo a cómo me encuentro. Los quiero a todos, uno a uno, y juntos, con más fuerza.

«Dudo, luego existo». ¿Hay algo de lo que no se deba dudar nunca?

No tengo una respuesta global. Personalmente, de las dudas saco bastante beneficio, me dirigen. Esto no supone falta de convencimiento. Estoy de acuerdo con muchas cosas, pero la duda me mantiene activo y alerta.

¿Qué es lo que más le ha hecho crecer como músico?

La cantidad y variedad de personas que he conocido, dentro y fuera del arte. Darme cuenta de que no es tan importante lo que ocurre, ni por el lado más bello y positivo ni por el más negativo. Eso me descarga de expectativas y me mantiene en el presente, en el hoy: «'Llenan de flores sus bocas/cuando hablan así, /con su criterio y humildad, /también me enseñan a mí», dice el tema Calógrafo, contenido en mi disco.

Llegó a la música por aburrimiento. ¿Qué música le aburre?

Sobre todo llegué por necesidad, por hambre de conocimiento. Me aburre lo que no me entretiene, sin que el estilo sea determinante. Me atrae cualquier detalle mínimo que me engancha. Valoro la música que aflora de las ganas y la pasión de quien la hace. Es habitual crear el producto conociendo de antemano dónde va a caber la bola. La música que hago propone ser escuchada con sensibilidad, liberada de estereotipos. La música que mueve la emoción de las personas es la que me interesa.