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Emisiones

Crisis climática

20 Oct 2021

Lo que no evitaría que el calentamiento global creciera por encima de los 1,5 grados

El mundo se aleja del pacto climático al planear el doble de producción de energía fósil

Redacción / Madrid

Los países planean producir en 2030 una cantidad de combustibles fósiles que duplicaría lo necesario para que el calentamiento global no supere los 1,5ºC en comparación con los niveles preindustriales, un objetivo recogido en el Acuerdo de París para evitar las peores consecuencias del cambio climático. Así se indica en la tercera edición anual del ‘Informe sobre la brecha de producción’, elaborado por el Pnuma (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) junto con organizaciones de investigación como el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo (SEI, por sus siglas en inglés), el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IISD), el Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI) y el grupo de expertos de cambio climático E3G.

El informe, difundido este miércoles antes de que el próximo 1 de noviembre comience la Cubre del Clima (conocida como COP26) en Glasgow (Reino Unido), analiza la discrepancia entre la producción de carbón, petróleo y gas prevista por los gobiernos, y los niveles de producción compatibles para cumplir los límites de calentamiento global a 1,5ºC y 2ºC incluidos en el Acuerdo de París.

Así, indica que los niveles planeados de producción están “peligrosamente desincronizados” con el Acuerdo de París porque los gobiernos del mundo tienen previsto producir en 2030 alrededor de un 110% más de combustibles fósiles de lo que sería coherente con el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5°C, y un 45% respecto de la trayectoria de 2°C. El tamaño de la brecha de producción se ha mantenido prácticamente sin cambios en comparación con las evaluaciones anteriores.

Los planes y proyecciones de producción de los gobiernos conducirían a una producción de 240% más de carbón, un 57% más de petróleo y un 71% más de gas en 2030 de lo necesario para limitar el calentamiento global a 1,5°C.

MÁS GAS

El informe indica que se prevé que la producción mundial de gas sea la que más aumente entre 2020 y 2040, según los planes de los gobiernos, lo que es incompatible con los límites de temperatura señalados por el Acuerdo de París.

Durante las próximas dos décadas, los gobiernos proyectan colectivamente un aumento de la producción mundial de petróleo y gas, y sólo una modesta disminución de la de carbón. En conjunto, sus planes y proyecciones prevén un incremento de la producción de combustibles fósiles hasta al menos 2040.

"Los efectos devastadores del cambio climático están a la vista de todos. Todavía hay tiempo para limitar el calentamiento a largo plazo a 1,5ºC, pero esta ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente", apuntó Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.

Andersen apuntó que los gobiernos del mundo deben dar “un paso al frente” en la COP26 con “medidas rápidas e inmediatas para cerrar la brecha de producción de combustibles fósiles y garantizar una transición justa y equitativa”.

El informe ofrece los perfiles de 15 de los principales países productores (Alemania, Arabia Saudí, Australia, Brasil, Canadá, China, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, India, Indonesia, México, Noruega, Reino Unido y Rusia), los cuales muestran que la mayoría de estos gobiernos siguen prestando un importante apoyo político a la producción de combustibles fósiles.

"La investigación es clara: la producción mundial de carbón, petróleo y gas debe empezar a disminuir de inmediato y de forma pronunciada para ser coherente con la limitación del calentamiento a largo plazo en 1,5ºC", subrayó Ploy Achakulwisut, autor principal del informe y científico del SEI, quien añadió: "Sin embargo, los gobiernos siguen planificando y apoyando niveles de producción de combustibles fósiles que superan ampliamente lo que podemos utilizar de forma segura".

FONDOS COVID-19

Desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, los países han destinado nuevos fondos de más de 300.000 millones de dólares a actividades relacionadas con los combustibles fósiles, más de lo que han destinado a energías limpias.

En cambio, la financiación pública internacional para la producción de combustibles fósiles por parte de los países del G20 y de los principales bancos multilaterales de desarrollo (BMD) ha disminuido considerablemente en los últimos años, ya que un tercio de esas entidades bancarias y de las instituciones financieras de desarrollo del G20 por tamaño de sus activos han adoptado políticas que excluyen las actividades de producción de combustibles fósiles de la financiación futura.

"Los primeros esfuerzos de las instituciones de financiación del desarrollo para recortar el apoyo internacional a la producción de combustibles fósiles son alentadores, pero estos cambios deben ir seguidos de políticas concretas y ambiciosas de exclusión de estos combustibles con el fin de limitar el calentamiento global a 1,5°C", indicó Lucile Dufour, asesora principal de políticas del IISD.

El secretario general de la ONU, António Guterres, señalo que “los recientes anuncios de que las mayores economías del mundo pondrán fin a la financiación internacional del carbón son un paso crucial para la erradicación de los combustibles fósiles”.

“Pero, como muestra con crudeza este informe, aún queda un camino largo por recorrer hacia un futuro de energía limpia. Es urgente que todos los financiadores públicos, así como los privados, incluidos los bancos comerciales y los gestores de activos, trasladen su apoyo financiero del carbón hacia las renovables con el fin de promover la plena descarbonización del sector eléctrico y el acceso a las energías renovables para todos”, comentó.