Este estudio ha sido promovido por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, organismo que ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la adjudicación de este contrato público a la Fundación Investigación Biomédica Hospital Universitario 12 de Octubre por un importe de 99.800 euros.

El objeto de este estudio es identificar la capacidad de trabajo y evaluar las necesidades de adaptación del puesto de trabajo de empleados que han sido diagnosticados de covid-19 desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 31 de julio de 2021 y que presenten síntomas tras sufrir coronavirus, “con el objetivo principal de favorecer su empleabilidad”.

Además, el estudio pretende conocer las enfermedades intercurrentes o secuelas tanto físicas como de salud mental que causan incapacidad temporal o permanente; analizar especificidades por sexo o grupo de edad, e identificar factores que favorezcan la incorporación al mercado laboral de quienes han sufrido el virus, entre otras cuestiones.

Para ello, se realizará un seguimiento durante dos años de una cohorte de trabajadores diagnosticados de covid-19 con sintomatología tras haber superado la enfermedad.

EVIDENCIAS CIENTÍFICAS

Según explica el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, un informe del mes de agosto de 2021 elaborado por el Centro Nacional de Epidemiología y el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III pone de relieve que desde el 22 de junio de 2020 cerca del 55% de las personas hospitalizadas por coronavirus eran trabajadores (168.497), cifra que se eleva hasta casi el 69% (2.946.805 trabajadores) en el caso de quienes se habían contagiado con la enfermedad.

Además, cita otro estudio de Stephen J Halpin, que alerta acerca de las secuelas más frecuentes presentadas por los enfermos de covid-19 que requirieron de hospitalización en planta. Según este informe, las 5 principales secuelas son que el 35% sufría fatiga severa o moderada; el 31% problemas de movilidad; 22% disnea moderada o severa; el 16% depresión; el 14% dolor; el 9% problemas de control de vejiga, y el 6% Signos neurológicos.

Otro estudio que ha motivado al Ministerio de Trabajo a desarrollar esta investigación es el de Gautam Rawal, que aborda las secuelas en pacientes con larga estancia en camas UCI. Según este trabajo, los síntomas pueden durar de unos meses a muchos años tras el alta.

Las secuelas más comunes en este caso incluyen debilidad generalizada, fatiga, disminución de la movilidad, estado de ánimo ansioso o deprimido, disfunción sexual, trastornos del sueño y problemas cognitivos (pérdida de memoria, procesamiento mental lento y mala concentración, entre otros síntomas).