Blanco recordó en una rueda de prensa en Madrid que el 15 de julio del año pasado envió una carta al COI en la que le mostraba la intención del COE de presentar una candidatura conjunta del Pirineo catalán y aragonés para los Juegos de 2030, y que esa misiva iba acompañada de otras firmadas por los presidentes del Gobierno español, Pedro Sánchez; la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés; y el Ejecutivo de Aragón, Javier Lambán.

Posteriormente, se creó una comisión técnica formada por 12 miembros (tres del Gobierno español, tres del catalán, tres del aragonés y tres del COE), que mantuvo siete reuniones y que el 22 de marzo alcanzó un acuerdo sobre reparto de sedes y pruebas.

Así, Aragón acogería 54 pruebas repartidas en seis disciplinas (esquí de fondo, biatlón, esquí libre, patinaje de velocidad en pista larga, patinaje de velocidad en pista corta y curling), en las que participarían 2.138 deportistas; y Cataluña albergaría 42 pruebas en cinco disciplinas (esquí alpino, esquí libre, snowboard, esquí de montaña y hockey sobre hielo), con 2.520 deportistas.

Sin embargo, Blanco comentó que recibió un escrito de Lambán en el que le comunicaba estar en descuerdo con esa distribución realizada por la comisión técnica.

“El acuerdo no lo puede decidir el Comité Olímpico Español, que presenta la candidatura, el Gobierno de España la respalda y lo lógico es que los responsables de los dos territorios se pongan de acuerdo. El COE ha participado en reuniones técnicas, pero cuando se alcanza el acuerdo técnico es lo que se debe respetar”, subrayó Blanco.

Posteriormente, Cataluña propuso pasar cinco pruebas del Valle de Arán a Cerler, con lo que 59 pruebas se celebrarían en territorio aragonés y 37 en el Pirineo catalán. “Esa propuesta no se aceptó, con lo cual tuvimos otra reunión”, comentó Blanco.

En esa reunión, propuesta para el 7 de junio, el Gobierno de Aragón presentó una propuesta alternativa de distribución de pruebas, disciplinas y deportistas por lotes, pero tampoco se llegó a un acuerdo. Según Blanco, no se produjeron avances cuando entraron de lleno los representantes políticos.

“ENFRENTAMIENTOS POLÍTICOS”

El pasado 13 de junio, miembros del COE comunicaron al COI que “no había acuerdo” entre los representantes de Aragón y Cataluña, pero desde el Comité Olímpico Español seguían apostando por el diálogo.

Según Blanco, la candidatura conjunta, pese a que no podía acoger las pruebas de saltos, tenía como “pilares importantísimos” la “regeneración del territorio pirenaico y la “fuerza” de un proyecto que pretendía “integrar, unir y aunar voluntades”, y así lo percibió el presidente del COE en reuniones mantenidas con alcaldes, concejales, empresarios y otras entidades sociales.

“He sentido el apoyo de las bases, pero al final, y lo lamentamos profundamente, este proyecto, que debía aunar voluntades, ha derivado en enfrentamientos políticos internos importantes, basados en algunos casos en mentiras y otros en suposiciones, más propios de una política que no es la adecuada de una candidatura olímpica, en la que deben primar los criterios de excelencia”, comentó.

Blanco deseó que en un futuro haya “una candidatura sólida técnicamente” para los Juegos de Invierno de 2034 y animó a cualquier territorio a enviar su propuesta al COE. “Cada uno tiene que asumir su responsabilidad y el Comité Olímpico Español asume la que tiene. Nosotros presentamos la candidatura, hemos luchado para que haya entendimiento, respeto y diálogo. Si no hay esas tres bases, no vamos a presentar ante el mundo diferencias ideológicas y políticas”, concluyó.