Así lo advirtió a Servimedia la vicepresidenta del Foro Europeo de Discapacidad (EDF), Gunta Anca, quien hizo balance del trabajo de esta organización justo cuando se cumple el primer año de guerra en Ucrania, tras la invasión rusa el 24 de febrero de 2022.

Anca explicó que la destrucción de edificios e infraestructuras “es tan grande” que “muchas personas con discapacidad no podrán moverse por sus ciudades”. “Tampoco tienen ya casas a las que regresar”, y “hay que tener en cuenta que muchas necesitan alojamientos adaptados. No les vale cualquier vivienda”, reflexionó.

Por ello, requieren “un esfuerzo extra de cara a su integración” en los países de acogida, y pidió a los estados de la UE “más fondos y partidas específicas” para favorecer la inclusión social de estas personas. Se estima que más de seis millones de personas de Ucrania viven refugiadas en otros países, y de ellas, el 13%podrían tener discapacidad.

DE LA ACOGIDA A LA INCLUSIÓN

Anca detalló que las necesidades de las personas con discapacidad, “como las del resto de refugiados de Ucrania”, comprenden dos fases: la primera acogida y la inclusión.

En primer lugar, precisan que “los alojamientos sean accesibles para ellos y estén adaptados” y “esto no ocurre en muchos de los recursos habilitados por los gobiernos y las ONG”, denunció.

También requiere que “los transportes sean accesibles”, prosiguió, y “hay que garantizarles la medicación, la higiene y aquellas ayudas específicas que muchos necesitan”.

En una segunda etapa, se trabaja para facilitar el acceso de los refugiados a la sanidad, la educación, la vivienda, el empleo” en los países de acogida.

Según Anca, el desconocimiento del idioma “supone un obstáculo muy importante” en este terreno, puesto que “dificulta que las personas se entienda en los servicios sanitarios” o que “los alumnos continúen sus estudios”.

“Las barreras son similares” para todas las personas llegadas de Ucrania pero “se agravan en el caso de quienes tienen alguna discapacidad”.

Por ello, recomendó la participación de “asistentes” que ayuden a los refugiados con discapacidad a manejarse en las escuelas, los servicios médicos, etc. Destacó que “hay necesidades comunes pero agravadas” en función de la discapacidad y “otras que son específicas”.

“Si tenemos en cuenta que muchas de estas personas tendrán más problemas para regresar”, los estados deben destinar “más fondos y partidas específicas” para este colectivo, reclamó.

AYUDA HUMANITARIA

En marzo de 2022, el EDF puso en marcha un programa integral de ayuda humanitaria junto a distintas ¡organizaciones en los países fronterizos con Ucrania para atender a la población refugiada.

De acuerdo con los últimos datos disponibles, 29.523 personas recibieron ayudas, y de ellas, el 55% tenían discapacidad. El 53% de los adultos eran mujeres y el 23% de todos los atendidos, niños.

El programa presta especial atención a la adaptación de los servicios de emergencia, pero también busca incidir en el conjunto de la ayuda humanitaria, para “que adopte un enfoque más inclusivo”.

A largo plazo, pretende “reforzar el movimiento de personas con discapacidad en toda la región” -en Ucrania y en los países vecinos- porque “esta tarea sigue siendo muy necesaria”, concluyó Anca.