Este es un gran año para la ONCE, que conmemora el bicentenario del nacimiento de Louis Braille (1809- 1852), inventor, entre los años 1825 y 1829, del sistema de lectoescritura al tacto que lleva su apellido. Basado en seis punto en relieve, este sistema revolucionó la vida de los ciegos, posibilitando su acceso a parcelas indispensables para el desarrollo humano como la educación, la cultura y la comunicación.

Para comenzar este festejo, la institución recurre a su emblema: el cupón. Más de 40 millones de cupones de fin de semana, durante 8 domingos consecutivos, incluirán imágenes con la historia, el presente y el futuro del braille así como sus aplicaciones. Por su parte, el Bonocupón incluirá las representaciones del braille en distintos alfabetos (latino, griego, árabe, hebreo, cirílico, japonés y coreano).

Otra de las actividades que propone la ONCE para sensibilizar a la sociedad con Braille es la convocatoria, en colaboración con la editorial Planeta, de su tradicional Concurso Escolar que, en su XXV edición, se dedica a este sistema bajo el lema "Leer y escribir es poder vivir en igualdad", mostrando así a los menores este sistema de lectoescritura que permite a alumnos con discapacidad visual su integración en las aulas.

ETIQUETADO
Hay cosas tan cotidianas que nos pasan inadvertidas. Por ejemplo, la importancia del etiquetado en braille de determinados productos, especialmente de medicamentos, productos de limpieza o alimentos, por no hablar de la independencia que concede la indicación en braille en ascensores, catálogos, cartas de restaurantes, etc.

Para reconocer la labor de aquellas empresas o entidades que han incorporado el braille a sus productos, la ONCE concederá, en un acto que prevé celebrar a mitad de año, una serie de galardones que premien el esfuerzo y que animen a quienes todavía no contemplan la accesibilidad a que la incluyan en sus planes de acción, directrices y en su día a día.

Claro que el braille también ha evolucionado. Como todo sistema de comunicación. Por fortuna, ha ido introduciendo mejoras y ha sabido aprovechar las nuevas tecnologías para conseguir una perfección más eficiente de sí mismo. Para mostrar esa maduración, todas las delegaciones de la ONCE en las distintas comunidades autónomas acogerán exposiciones sobre la evolución, presente y futuro del braille.

PRODUCCIÓN EN BRAILLE
La ONCE ofrece a sus afiliados más de 57.000 títulos en braille y sonido, a los que ahora también pueden acceder a través de Internet. Además, presta apoyo a los estudiantes para la impresión de apuntes y otros textos, de manera que más de una treintena de unidades periféricas imprimen en este código por toda España. En los procesos de edición e impresión se utilizan medios electrónicos e informáticos, escáneres, reconocedoras ópticas de caracteres, impresoras braille, etc.

España encabeza la producción de impresoras braille en todo el mundo, a través del Centro de Investigación y Desarrollo de Aplicaciones Tiflotécnicas (CIDAT), desde el que se exportan impresoras para el uso de los ciegos en todos los lugares del planeta. Asimismo, dona impresoras y máquinas de escribir a países en vías de desarrollo, como escuelas de América Latina, campamentos saharauis o Sarajevo.

DOS TARDES PARA APRENDER BRAILLE
El sistema braille está basado en la combinación de seis puntos, ordenados en dos columnas de tres cada una (similar a la representación del 6 en el dominó), que pueden ser percibidos fácilmente con la yema del dedo. A él se han adaptado alfabetos de todo el mundo.

El relieve se consigue perforando manualmente con un punzón un papel grueso o cartón ligero, o bien por medio de máquinas de escribir o de impresoras. Quienes no tengan problemas de visión, pueden distinguir con la vista la disposición de los puntos sin dificultad. En la página web de la ONCE quien lo desee puede aprender este sistema con un cursillo interactivo.

Los seis puntos del Sistema permiten 64 combinaciones, lo que resulta claramente insuficiente para diferenciar entre los distintos tipos de letra, los números, los signos de puntuación... por ello, una misma disposición de los puntos puede tener un significado diferente. Así, por ejemplo, tres símbolos especiales nos permiten distinguir entre letras mayúsculas o minúsculas, cursivas, o entre las diez primeras letras del alfabeto y los números. En otras ocasiones un mismo signo adquiere diferentes significados según el contexto; por ejemplo, la "¡", en un texto literario, pasa a ser el "+" en otro de carácter matemático.

Para adaptarse mejor a las nuevas tecnologías, se ha creado el Braille informático, que está formado por ocho puntos (dos columnas de 4), lo que amplía las combinaciones de 64 a 256, y que, además, le hacen fácilmente identificable con el byte, formado por ocho bites.

Seis puntos que dan y darán, como ven, mucho de qué hablar.