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juan Gila trabajando en una de sus obras

10 Feb 2009

En 2011 será el primero en la región extremeña

El museo tiflológico de Plasencia crece en arte

Redacción / Extremadura

Hace un año Plasencia acogía el nacimiento del que será el primer museo tiflológico de Extremadura en 2011. La primera obra en esculpirse representaba la fachada del Ayuntamiento. Ahora, con casi cinco obras culminadas, el escultor Juan Gila espera cumplir el plazo para presentar a todo el público, sin discriminaciones, el rico patrimonio que la región alberga.

Hace un año Plasencia acogía el nacimiento del que será el primer museo tiflológico de Extremadura en 2011. La primera obra en esculpirse representaba la fachada del Ayuntamiento. Ahora, con casi cinco obras culminadas, el escultor Juan Gila espera cumplir el plazo para presentar a todo el público, sin discriminaciones, el rico patrimonio que la región alberga.

Gila, al que la concejala de Turismo, Raquel Puertas, artífice de la iniciativa, ha encargado la obra, confirma: 'hemos concluido tres y tenemos otras dos avanzadas'. Cuenta con el apoyo de algunos de sus alumnos de la Escuela de Bellas Artes 'Rodrigo Alemán' para una misión que debe concluir en esta legislatura, según informa el periódico regional 'Hoy'.

'Es un trabajo minucioso y laborioso que requiere tiempo', argumenta el artista. En 2011 debe estar acabada la docena de piezas que darán contenido al primer museo tiflológico de la región. Aunque en la actualidad la instalación sigue sin sede y Raquel Puertas mantiene la conveniencia de habilitarla en el recinto intramuros.

Además de la fachada del Ayuntamiento y el Abuelo Mayorga, están ultimadas las recreaciones de la casa verata del parque de Los Pinos y el Ángel de la Justicia de la fachada de la Catedral vieja. Y avanzadas la fachada de esta seo y un capitel de la misma. Restan hasta la docena prevista, otros elementos de las catedrales, la iglesia de Santo Domingo, San Nicolás, el Santuario del Puerto, la muralla y el Arco de la Salud.

Son los monumentos y espacios de interés elegidos para dar contenido al museo tiflológico. El que permitirá a los ciegos de la ciudad y a todos los que visiten la capital del Jerte acercarse al rico patrimonio placentino.

Los ciegos podrán tocar y sentir la grandiosidad del conjunto catedralicio, al Abuelo Mayorga, la monumentalidad de la muralla y la gracia de la casita verata de Los Pinos.

Las recreaciones estarán albergadas en un espacio aún no determinado, 'pero que seguirá los pasos del existente en Madrid, de la Fundación ONCE', mantiene Raquel Puertas. Los textos que acompañarán a las maquetas y representaciones de Juan Gila irán en braille y los suelos que posibilitarán el recorrido en el museo, tanto los de los pasillos como los de las salas expositivas, irán resaltados y se podrá realizar el itinerario a través de audioguías. Todo lo preciso para convertir a Plasencia en referente de un turismo integrador.

'Cuando la edil de Turismo me propuso este trabajo acepté de forma inmediata y lo hice encantado', recuerda Juan Gila. Dar contenido al que será el primer museo para ciegos de la región 'creo que es algo interesante y enriquecedor, que me permite abrir una nueva vertiente en mi trayectoria'.

En una carrera profesional centrada en la enseñanza en la escuela Rodrigo Alemán desde su licenciatura en la facultad de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, de Sevilla. Este artista de 44 años, natural de Zafra, reside desde 1987 en Plasencia. Llegó con la apertura de la escuela y nunca más se marchó. Aunque inició su formación en pintura, en la facultad se decantó pronto por la escultura. 'Trabajar con la arcilla, la madera o la piedra me gustó, porque comprobé que me expresaba mejor moldeando materiales'.

Lo hará para la posteridad en el museo tiflológico. La docena de obras que le darán contenido se elaborarán en arcilla refractaria la mayoría, a excepción del Abuelo Mayorga -que va en bronce-, y los detalles de las fachadas de las seos y la sillería, en piedra y madera, respectivamente. Un trabajo que entusiasma a Gila y que desarrolla entre la escuela y su taller particular.