Con menos de un euro al año por cada español, el país se sitúa "a la cola de Europa”, donde la media es de 14 euros anuales por habitante.

Este año el informe no recoge las ventas en Lituania, Letonia y República Checa, que “habitualmente nos salvaban de ser los últimos”, explicó en rueda de prensa Mercedes García de Vinuesa, presidenta de la Coordinadora Estatal, que achacó el retraso general de España al “desconocimiento”, al impacto de la crisis y a la aparición de nuevos movimiento como lo ecológico o la compra local.

Señaló que, no obstante, el consumo de Comercio Justo volvió a crecer en España en 2017 (un 8% con respecto al año anterior), lo que no impide que “sigamos” muy lejos de países como Suiza (63 euros al año por habitante) o Irlanda (57,6). “Este último caso ilustra precisamente que no todo es cuestión de dinero”.

En su intervención, García criticó el escaso peso de las administraciones públicas en las compras de estos productos, y declaró su esperanza en que la nueva Ley de Contratos Públicos que entró en vigor en marzo de 2018 ayude a paliar la situación.

SECTORES Y ARTÍCULOS

Por canales de distribución, el 41% de las ventas tuvieron lugar en supermercados y grandes superficies, mientras que el 36% correspondió al canal Horeka (Catering, Hostelería y Restauración).

En tercer lugar se sitúan los establecimientos minoristas, que han perdido dos puntos respecto al año pasado. La mayor reducción tuvo lugar en las tiendas especializadas, apuntó, “lo que supone una mala noticia para el sector”.

A su juicio, estos establecimientos son los que ofrecen la mayor gama de productos y, a la vez, donde se realiza mayor labor de concienciación.

Por otra parte, el informe destaca que la alimentación vuelve a ser el principal nicho de ventas del Comercio Justo en España (94% del total), seguida de la artesanía (6%) y la cosmética.

El azúcar y los dulces concentraron el 41% de las ventas, mientras que el café, que “solía ser el producto estrella”, representó el 36% del total. Té, frutas y cereales son algunos productos que aumentaron su consumo en 2017.

El 62% de las ventas del Comercio Justo de España impactan en América Latina, a diferencia de lo que ocurre en el resto del mundo, donde África es el principal beneficiario.

En el acto celebrado se firmó también la nueva Carta Internacional de Comercio Justo, un documento suscrito por más de 300 organizaciones de todo el mundo que reivindica esta práctica comercial ante la creciente desigualdad y como único método de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de 2030.

En coincidencia con el tercer aniversario de los ODS por parte de Naciones Unidas, la Carta actualiza los principios del Comercio Justo aprobados hace 50 años, y demuestra la importancia de un enfoque global (social, ecológico, laboral, etc.) en la reducción de la pobreza y la desigualdad.

Junto a García de Vinuesa, el documento fue ratificado por Juanjo Martínez, presidente de FairTrade Europa, y por Olga Calonge, vocal de la Coordinadora de ONG de Desarrollo de españa (Congde).