Compartir en redes sociales

PNUMA

Medio ambiente

17 Dic 2020

El sector de la edificación, incluida la construcción, supone un 38% de las emisiones relacionadas con la energía

Las emisiones mundiales de CO2 de los edificios marcan un nuevo récord anual

Redacción / Madrid

Las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los edificios alcanzaron el año pasado un nuevo récord de 9,95 gigatoneladas de CO2 (GtCO2) debido a un mayor uso de combustibles fósiles para la generación de energía, con lo que el sector debe quintuplicar sus esfuerzos de descarbonización para ser climáticamente neutro en 2050.

El sector de los edificios y la construcción supone ahora un 38% del total de las emisiones globales relacionadas con la energía y se aleja de cumplir su potencial para frenar el cambio climático y contribuir a los objetivos del Acuerdo de París, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) difundido este miércoles.

Sin embargo, esta agencia de la ONU señala que los paquetes de recuperación de la pandemia del coronavirus ofrecen la oportunidad de impulsar una renovación profunda en los edificios y los estándares para los de nueva construcción con el fin de reducir rápidamente las emisiones, y añadió que los próximos planes climáticos nacionales deben afinar las medidas existentes e incluir nuevos compromisos en el sector de los edificios y la construcción.

El informe, realizado por la Alianza Global para los Edificios y la Construcción (GlobalABC) del Pnuma, señala que, aunque el consumo global de energía de los edificios se ha mantenido estable año tras año, las emisiones de CO2 relacionadas con la energía aumentaron a 9,95 GtCO2 en 2019, lo que se debe a un desplazamiento del uso directo del carbón, el petróleo y la biomasa tradicional hacia la electricidad, con un mayor contenido de carbono por la alta proporción de combustibles fósiles que se utilizan en su generación.

Al añadir las emisiones de la industria de la construcción a las emisiones operacionales, el sector representó un 38% del total de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía.

"El aumento de las emisiones en el sector de los edificios y la construcción enfatiza la necesidad urgente de una triple estrategia para reducir agresivamente la demanda de energía en el entorno construido, descarbonizar el sector energético e implementar estrategias de materiales que reduzcan las emisiones de carbono del ciclo de vida", apuntó Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.

Andersen recalcó que "los paquetes de recuperación ecológica pueden proporcionar la chispa que nos hará avanzar rápidamente en la dirección correcta". "Mover el sector de los edificios y la construcción hacia una ruta baja en carbono ralentizará el cambio climático y generará importantes beneficios para la recuperación económica, por lo que debería ser una prioridad clara para todos los gobiernos", apostilló.

Para encaminarse hacia carbono neto cero para 2050, la Agencia Internacional de Energía (AIE) calcula que las emisiones directas de CO2 de los edificios deben reducirse un 50% para 2030 y las emisiones indirectas del sector de la construcción tienen que rebajarse un 60%. Esto equivale a una reducción de las emisiones de la construcción de alrededor de un 6% anual hasta 2030.

El informe indica que la tasa de mejora anual en la reducción de emisiones está disminuyendo, pues cayó a la mitad entre 2016 y 2019. Para que el sector de la construcción sea neutro climáticamente en 2050, debe quintuplicar sus acciones de descarbonización.

POTENCIAL DE RECUPERACIÓN VERDE

Aunque las actividades de construcción se han reducido este año entre un 20 y un 30% en comparación con 2019 debido a la pandemia, alrededor de un 10% de los puestos de trabajo se han perdido o están en riesgo en el sector de la construcción de edificios. La AIE calcula que se crearían hasta 30 empleos por cada millón de dólares invertidos en modernizaciones o medidas de eficiencia en nuevas construcciones.

La mayoría de los países aún no han presentado sus segundos planes climáticos nacionales a la ONU. Los edificios siguen siendo un área importante que carece de políticas de mitigación específicas, a pesar de su importancia para las emisiones globales de CO2. De las primeras contribuciones nacionales para reducir emisiones, 136 países aluden a los edificios, 53 mencionan la eficiencia energética de los edificios y sólo 38 hablan específicamente de códigos de energía de los edificios.

Por ello, el Pnuma indica que los gobiernos deben intensificar sus compromisos y apoyar una regulación para estimular la compra de edificios con cero emisiones netas de edificios, lo que significa priorizar los códigos energéticos de construcción basados en la acción climática junto con medidas de certificación generalizadas y trabajar junto a gobiernos regionales.

Además de una recuperación ecológica posterior a la pandemia y planes climáticos nacionales actualizados, el informe recomienda que los propietarios y las empresas utilicen objetivos basados en la ciencia para guiar sus acciones e interactuar con las partes interesadas en el diseño, la construcción, la operación y los usuarios de las viviendas.

Además, los inversores deben reevaluar toda la inversión inmobiliaria desde la óptica de la eficiencia energética y reducción de carbono, y otros actores de la cadena de valor tienen que adoptar conceptos de economía circular para reducir la demanda de materiales de construcción y adoptar soluciones basadas en la naturaleza que mejoren la resiliencia de los edificios.