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26 Jun 2019

Cuatro de cada cinco cuerpos nunca llegan a encontrarse

Más de mil personas han muerto ahogadas en 2018 y 2019 al naufragar cuando intentaban llegar a España

Servimedia / Madrid

Un total de 1.020 personas desaparecieron tras naufragar cuando intentaban llegar a las costas andaluzas o canarias durante 2018 y los primeros cuatro meses de 2019, según el informe presentado este martes por el colectivo Caminando Fronteras. De estos fallecidos, se rescataron 204 cadáveres, mientras que 816 nunca llegaron a aparecer, por lo que se calcula que cuatro de cada cinco cuerpos de víctimas de un naufragio nunca son recuperados. De estas 1.020 víctimas, 823 murieron en la ruta de Alborán, 189 en la ruta del Estrecho, seis en la de Canarias y dos en la valla de Melilla.

Bajo el título 'Vida en la Necrofrontera', el informe presentado hoy utiliza dos fuentes: llamadas de personas que viajaban en embarcaciones que alertaron de situaciones de peligro y familiares que perdieron a sus seres queridos a los que Caminando Fronteras acompañó en su búsqueda. Por tanto, no se puede hablar de "datos exhaustivos", aunque sí de casos documentados.

En total, la investigación habla de 70 naufragios (uno en la ruta de Canarias, 23 en la del Estrecho y 46 en la ruta de Alborán), y de 12 embarcaciones desaparecidas (seis en el Estrecho y seis en el Mar de Alborán).

Con este documento, el colectivo que coordina Helena Maleno quiere reivindicar la dignidad de las víctimas y el derecho de sus familias a encontrar respuestas para superar el duelo.

Por este motivo, exigió promover la identificación de los cuerpos como una responsabilidad estatal; impulsar la constitución de bases de datos nacionales y transfronterizas de personas desaparecidas; establecer mecanismos de búsqueda transnacionales; contabilizar como desaparecidas las pateras que se buscaron y nunca se encontraron; enterrar a las personas con respeto a su identidad cultural y sus creencias religiosas; facilitar y colaborar con la repatriación de los cuerpos, y procurar sepulturas dignas para las familias que puedan repatriar los cadáveres.

CONTROL DE FRONTERAS

Según el informe, las rutas migratorias se han vuelto cada vez más peligrosas por culpa de las políticas de control y la irrupción de empresas armamentísticas. Así, se han creado "espacios de no derecho y de excepción democrática", como sucede con la frontera occidental europea y sur española, apunta el informe.

Asimismo, denuncia que la subcontratación de terceros países para el control de fronteras "se ha convertido en la base de las relaciones exteriores de la Unión Europea". A su juicio, los gobiernos han dado prioridad a la formación de fuerzas de seguridad y se han vendido sistemas de control y vigilancia, condicionando todas las políticas de Ayuda Oficial al Desarrollo.

La ONG criticó además que los acuerdos bilaterales entre países para el control de fronteras tienen mayor peso que las convenciones internacionales y las leyes nacionales.

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