Las desigualdades son importantes según sea un padre una madre el progenitor que se hace cargo. De hecho, las madres solas sufren el doble de pobreza que los padre de familias monoparentales, como destaca el informe.

Según la directora del Instituto de las Mujeres, Beatriz Gimeno, “entre los problemas principales a los que tienen que hacer frente estas familias se encuentran los económicos, la conciliación de la vida laboral con el cuidado de sus criaturas, la sobrecarga de responsabilidades, el empleo y los relacionados a su situación habitacional”.

Y es que “las familias monoparentales están mostrando un incremento mayor respecto al resto de núcleos familiares”, sobre todo con madres solteras, por lo que es preciso tener en cuenta “la situación de las mujeres en el mercado de trabajo y su alta precariedad en el empleo”, añadió Gimeno. Además, “donde hay una familia pobre, hay niños pobres”, alertó.

Durante la presentación del estudio, la secretaría de Estado de Igualdad, Noelia Vera, señaló la necesidad de impulsar “una ley de diversidad familiar que dé cuenta de que la familia en España no es de un modelo único y todas, todos los tipos de familia, tienen que tener igualdad de derechos, aunque no respondan al modelo tradicional”.

Asimismo, Beatriz Gimeno destacó la invisibilidad de las mujeres solteras a lo largo de la historia: “es necesario rescatar la memoria de las madres solas durante el franquismo, una situación en la que ser madre sola era un estigma difícil de llevar”, dijo.

Entre las principales conclusiones del informe se destaca que, en 2019, la tasa de riesgo de pobreza en las familias monoparentales era del 46,8 %, frente al 25,3 % en el total de familias.

También llama la atención sobre la carencia material severa que afecta en mayor medida a este tipo de hogares, que es casi el doble (9,5%) que en el resto de familias (4,6%). Según el Observatorio ‘la Caixa’ de 2018, otra de las fuentes que utiliza el informe, el riesgo de pobreza monetaria en los hogares monoparentales encabezados por mujeres es del 45%, frente al 29% de los encabezados por hombres.

El informe se refiere también al agravamiento de la vulnerabilidad que están sufriendo las familias monoparentales por la pandemia del coronavirus al no tener la posibilidad de repartir las tareas domésticas con una pareja y con la dificultad de no poder acogerse a las medidas de conciliación empresarial como el resto de familias.

En este punto, el estudio recoge y analiza los datos ofrecidos por diversos informes, como el informe ‘Monoparentalidad y Empleo’ de la Fundación Adecco (2020) que señala que el 80% de las mujeres que encabezan familias monoparentales ha visto empeorar su situación económica y laboral durante la pandemia, así como que el 24% afirma que la crisis económica ha afectado a la cobertura de sus necesidades básicas como el alquiler, la alimentación o la ropa.

Asimismo, el estudio apunta a que las mujeres han tenido durante la pandemia un 20% más de fatiga mental y un 16% más de estrés que los hombres durante las jornadas de teletrabajo, debido a “la mayor dedicación a las tareas de cuidados”. En el caso de las madres solteras, estos datos ascienden hasta el 33% y el 18%, respectivamente.