Desde el año 2014 y hasta el 2018, se han ido registrando aumentos en los presupuestos llegando a más de 18.000 millones de euros en las cuentas liquidadas de 2018. Sin embargo, señalaron los directivos de servicios sociales, “la tendencia se ha roto en el presupuesto definitivo de 2019, que ha caído un 13% respecto al gasto de 2018”.

Cataluña invierte 2.199,78 euros por habitante en gasto social, muy lejos de Navarra, País Vasco o Extremadura, que destinan más de 3.000 euros por persona. En la cola también está la Comunidad de Madrid, con un gasto social de 2.222,61 euros por habitante.

Como denunció la asociación, “Cataluña ha pasado de ser la tercera comunidad del régimen común en inversión social en España y superar en más de 250 euros la inversión media en 2009 a ser, diez años después, la comunidad que menos invierte por habitante en políticas sociales”.

También es la región española que menos dedica a la Sanidad por población. El gasto se sitúa en 1.166,79 euros por catalán, cuando Asturias o País Vasco superan los 1.700. La administración vasca dedica un 47,4% más a Sanidad que Cataluña en relación a su población.

“Cuando se tendría que haber aplicado la mejora de la situación económica al restablecimiento del gasto social, nos encontramos que no ha sido así y con estos servicios públicos esenciales debilitados hemos tenido que afrontar esta crisis social y sanitaria”, criticó la asociación de directores y gerentes de servicios sociales.

En este sentido, y ante la proximidad de las elecciones en Cataluña del 14 de febrero, indicó que “se tendría que considerar el blindaje presupuestario de materias tan esenciales para la ciudadanía como la sanidad, la educación y los servicios sociales y poner en marcha fórmulas urgentes”, pues “el bienestar de las personas no puede acabar siendo rehén de las estrategias partidistas y de la falta de talla política”.