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Dolor crónico

Salud

30 Ene 2020

En un trabajo galardonado en el XX Premio a la investigación en dolor de la Universidad de Salamanca y la Fundación Grünenthal

Relacionan el dolor crónico a los trastornos psiquiátricos

Servimedia / Madrid

El grupo de investigación en Neuropsicofarmacología y Psicobiología de la Universidad de Cádiz-Inibica, pertenecientes al Ciber de Salud Mental (Cibersam), ha vinculado el dolor crónico a los trastornos psiquiátricos en un trabajo que ha sido galardonado en el XX Premio a la investigación en dolor de la Universidad de Salamanca y la Fundación Grünenthal.

El dolor crónico actualmente se considera un factor de riesgo para sufrir trastornos emocionales, principalmente relacionados con el estrés como la ansiedad y la depresión. Sin embargo, son poco conocidos los cambios neuroplásticos que ocurren en el cerebro durante el desarrollo del dolor crónico.

La investigadora principal del trabajo premiado es la doctora Esther Berrocoso, quien ha profundizado en los mecanismos neurobiológicos que están asociados al dolor. Su trabajo 'Chemogenetic Silencing of the Locus Coeruleus–Basolateral Amygdala Pathway Abolishes Pain-Induced Anxiety and Enhanced Aversive Learning in Rats', publicado en la revista 'Biological Psychiatry', ha recibido el premio en la categoría de Investigación Básica y demuestra que la inhibición de las neuronas del locus coeruleus(LC) que se proyectan a la amígdala basolateral (BLA) alivia la ansiedad derivada del dolor crónico.

“Estos hallazgos demuestran que la información nociceptiva y cognitivo-emocional se procesan de manera independiente, reforzando la teoría de que hoy día se debe tratar a cada paciente de forma personalizada y eso incluye el ámbito sensorial, el emocional y el cognitivo”, explicó la doctora Berrocoso.

EMPATE EN INVESTIGACIÓN

Este año el premio de la categoría de Investigación Clínica ha recaído en dos trabajos: 'Deficient Inhibitory Endogenous Pain Modulation Correlates With Periaqueductal Gray Matter Metabolites During Chronic Whiplash Injury', del doctor Diego Serrano; y 'Results of the Use of a Simulator for Training in Anesthesia and Regional Analgesia Guided by Ultrasound', del profesor Jorge Muriel-Fernández.

El trabajo del doctor Serrano, profesor en la Facultad de Fisioterapia y Enfermería de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha, evidencia que los pacientes con latigazo cervical crónico presentan una disminución en la capacidad endógena de modular su dolor, es decir, pierden la capacidad de inhibir su dolor. Además, han observado cambios en ciertos metabolitos cerebrales en los centros que procesan el dolor.

Todavía se desconoce el motivo por el cual algunas personas desarrollan dolor crónico después de sufrir un esguince cervical, no obstante, se conocen ciertos factores que son determinantes, como por ejemplo, las estrategias de afrontamiento de la lesión. “Se ha demostrado en estudios previos que los altos valores de catastrofismo y las expectativas negativas de recuperación son factores que influyen en la rehabilitación del paciente”.

Por su parte, el profesor Muriel-Fernández, de la Universidad de Salamanca, demuestra con su investigación que la simulación computacional en el campo del dolor presenta múltiples ventajas respecto a técnicas educativas más tradicionales: reduce el tiempo de aprendizaje, reproduce escenarios artificiales que serían imposibles en un contexto real, prepara ante situaciones de crisis, proporciona un ambiente protegido de coordinación de equipos y permite recibir feed-back del profesor.

Por ello, según el propio premiado, “es necesaria la introducción de las modalidades de simulación en un plan de estudios en tratamiento del dolor que incluya la participación de un grupo multidisciplinario constituido por médicos, personal sanitario, educadores, ingenieros informáticos y alumnos”.