Los diputados de esta comisión dieron un apoyo casi unánime al dictamen que será llevado al Pleno del Congreso, previsiblemente la semana que viene, tras lo cual pasará al Senado. Finalmente, volverá a la Cámara Baja para su visto bueno definitivo, con el fin de que la reforma esté disponible para las próximas citas electorales.

La falta total de unanimidad derivó del hecho de que Bildu y ERC no aceptaron una enmienda del PP, que apoyaron el resto de formaciones con el fin de sumar a los populares al consenso. El resto de fuerzas políticas ya coincidían en eliminar del todo las trabas a las personas con discapacidad presentes en el artículo 3 de la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General.

Esta discrepancia de ERC y Bildu hizo que la enmienda del PP fuera aprobada con 35 votos a favor y el posicionamiento en contra de las dos primeras formaciones. Asimismo, el texto de la ponencia, incluida la enmienda de los populares, tuvo 36 votos a favor, ninguno en contra y la abstención de Bildu.

POSIBLES “RESQUICIOS”

La diputada de Bildu Marian Beitialarrangoitia explicó que la discrepancia de su partido con la enmienda de los populares se debía al hecho de que, en vez de suprimir del todo las trabas al voto de las personas con discapacidad, dejaba “resquicios” a que en algún momento se pudieran fijar nuevas “excepcionalidades”.

En este sentido, la enmienda del PP tenía que ver con la posición distinta que este partido ha mostrado en el debate de la ponencia sobre los cambios a introducir en el punto 2 de este artículo 3, que el resto de formaciones querían suprimir en consonancia con la proposición de ley de la Asamblea de Madrid que inició esta reforma y que fue presentada en el Congreso en julio de 2017.

Finalmente, este miércoles el PP presentó una enmienda que matizaba sus posiciones iniciales y que el resto de partidos, salvo Bildu y ERC, apoyaron para que el dictamen de la ponencia fuese al Pleno del Congreso con el mayor apoyo posible.

La enmienda de los populares, que fue incluida finalmente en la ponencia, establece que el punto 2 del artículo 3 quedará de esta manera: “Toda persona podrá ejercer su derecho de sufragio activo, consciente, libre y voluntariamente, cualquiera que sea su forma de comunicarlo y con los medios de apoyo que requiera”.

En la normativa electoral vigente, este punto segundo del artículo 3 dice que “los jueces o tribunales que entiendan de los procedimientos de incapacitación o internamiento deberán pronunciarse expresamente sobre la incapacidad para el ejercicio del sufragio”. Se añade que “en el supuesto de que ésta sea apreciada, lo comunicarán al Registro Civil para que se proceda a la anotación correspondiente”.

“DEBATE MUY RICO”

En el debate, Ignacio Tremiño, del PP, explicó que su posición distinta sobre este asunto era sólo otra forma de enfocar un mismo problema y pidió “encarecidamente” a los otros partidos que apoyasen la enmienda. Añadió que su planteamiento derivaba del hecho de que él mismo es una persona con discapacidad, ya que va en silla de ruedas.

Por su parte, Joan Ruiz, del PSOE, señaló que al aceptarse esta enmienda de los populares este partido volvía al “consenso” que inspira esta reforma del voto de las personas con discapacidad, que dijo es un “compromiso” del PSOE y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Además, María Teresa Arévalo, de Podemos, explicó que su partido estaba en contra de la enmienda del PP, pero que la apoyaría por el llamamiento del Cermi a que se lograse el máximo consenso. Esta diputada argumentó que la enmienda de los populares no era “suficientemente garantista” y podía “seguir excluyendo” del voto a personas con discapacidad.

Asimismo, Marcial Gómez, de Ciudadanos, celebró que el PP hubiera rebajado “sustancialmente” el contenido de su enmienda. A su vez, Íñigo Alli, de UPN, celebró que la elaboración de este dictamen haya permitido un “debate muy rico” sobre este asunto y se felicitó de que 100.000 personas con discapacidad vayan a poder votar en próximos comicios al eliminarse cualquier traba legal.