Esta subida se produce después de que la Reserva Federal de Estados Unidos decidiera el día anterior no subir los tipos, deteniendo así las subidas.

El BCE justifica su movimiento, la octava subida consecutiva, en que la inflación ha disminuido, “pero se prevé que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo” y su objetivo es “asegurar que la inflación vuelva pronto a situarse en su objetivo del 2 % a medio plazo”.

Los expertos han revisado al alza sus proyecciones de inflación, excluidos la energía y los alimentos, especialmente para este año y el próximo, dados los inesperados aumentos anteriores y las implicaciones de la solidez del mercado de trabajo. Ahora esperan que la inflación se sitúe, en promedio, en el 5,1% en 2023, y que descienda hasta el 3% en 2024 y el 2,3 % en 2025. También han rebajado ligeramente sus proyecciones de crecimiento económico para este año y el siguiente para estimar que la economía europea crezca un 0,9% en 2023, un 1,5% en 2024 y un 1,6% en 2025.

El BCE también recoge que las anteriores subidas de los tipos acordadas “se están transmitiendo con fuerza a las condiciones de financiación y están afectando gradualmente a toda la economía”. Así, los costes de financiación han aumentado de forma “acusada” y el crecimiento de los préstamos se está ralentizando. El endurecimiento de las condiciones de financiación es uno de los motivos principales por los que se prevé que la inflación continúe disminuyendo hacia el objetivo.

“Las decisiones futuras del consejo de gobierno asegurarán que los tipos de interés oficiales del BCE se fijen en niveles lo suficientemente restrictivos para lograr que la inflación vuelva pronto a situarse en el objetivo del 2% a medio plazo” y el BCE seguirá aplicando “un enfoque dependiente de los datos”, indica el organismo comunitario.

COMPRAS DE ACTIVOS

Por otra parte, el consejo de gobierno confirmó que pondrá fin a las reinversiones en el marco del programa de compras de activos (APP) a partir de julio de 2023 y el descenso del tamaño de la cartera será, en promedio, de 15.000 millones de euros mensuales hasta el final de este mes.

En cuanto al programa de compras de activos por la pandemia (PEPP), el BCE prevé reinvertir el principal al menos hasta el final de 2024. La futura extinción de la cartera del PEPP ¡se gestionará de forma que se eviten interferencias con la orientación adecuada de la política monetaria”.

Respecto a las operaciones de financiación con las entidades, el BCE indica que a medida que los bancos reembolsen los importes obtenidos, el consejo de gobierno del organismo “evaluará periódicamente la forma en que estas operaciones y sus actuales reembolsos están contribuyendo a la orientación de su política monetaria”.