El suicidio, que se cobra 700.000 vidas al año en el mundo, está tipificado como delito en las leyes de al menos 23 países de todo el mundo, según explicó la OMS. La entidad señaló que la criminalización del suicidio “perpetúa un entorno que fomenta la culpa hacia las personas que intentan suicidarse", además de disuadir a las personas de buscar ayuda, "debido al temor a las repercusiones legales y el estigma”.

"Criminalizar el suicidio sólo sirve para exacerbar la angustia. La despenalización del suicidio y los intentos de suicidio es un paso que los gobiernos pueden dar para prevenir el suicidio. La OMS se ha comprometido a apoyar los esfuerzos para despenalizar el suicidio", destacó Nathalie Drew Bold, Oficial Técnica de la OMS.

"La despenalización del suicidio salva vidas al reducir el estigma y la vergüenza asociados con el suicidio y promover un entorno donde las personas se sientan capaces de buscar ayuda", recalcó la OMS, que abogó por una mejor recopilación de datos sobre el suicidio para fomentar la idea de que el suicidio "se puede prevenir".

Basándose en las experiencias de los países que recientemente han despenalizado el suicidio, como Guyana, Pakistán y Singapur, el 'Informe de política de la OMS sobre los aspectos de salud de la despenalización del suicidio y los intentos de suicidio' establece recomendaciones para los responsables políticos o legisladores.

Incluyen la elaboración de estrategias nacionales de prevención, además de formar para los profesionales que estarán en primera línea para ayudar a las personas que presenten conductas suicidas. Además, se deben establecer servicios eficaces de salud mental.