Además, la serie diaria de afiliación ha superado por primera vez los 20,9 millones de trabajadores, aunque finalmente no se haya podido sostener ese nivel en el conjunto del mes. En concreto, entre el 12 y el 21 de junio se rebasó el umbral de los 20,9 millones de afiliados, con el máximo de 20.956.577 ocupados el 19 del pasado mes. Eso sí, la ganancia de afiliados medios de junio queda lejos de la del mismo mes del pasado año, cuando el crecimiento fue de 115.607 ocupados.

Por regímenes, el General totalizó 17.451.600 afiliados al término de junio, lo que supone 46.322 ocupados más en el mes (+0,27%) y 521.408 en el año (+3,08%).

Los sectores que tiraron del empleo en este régimen fueron la hostelería (32.260 afiliados más), el comercio (30.084), las actividades sanitarias y servicios sociales (25.775) y las actividades administrativas y servicios auxiliares (21.508). En sentido opuesto destacó la educación, que restó 51.722 afiliados.

El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) sumó 6.665 cotizantes en junio (+0,2%), hasta un total de 3.351.381 personas, y en el año contabilizó solo 13 más.

En este régimen, la hostelería (1.934 cotizantes más) y las actividades científicas y técnicas (1.216) contrarrestaron la pérdida en educación (1.412 empleados menos).

De su lado, el régimen del mar incrementó la cifra de ocupados en 1.559 personas (+2,42%) en el mes y en 243 en el año (+0,37%). En total, registró en junio 66.004 afiliados.

Por su parte, el régimen del carbón contaba con 955 afiliados, tras restar cinco en el mes y 54 en comparación con junio de 2022.

Por Comunidades Autónomas, el empleo en el mes de junio respecto a mayo creció en 13 y en las dos ciudades autónomas y bajó en las cuatro restantes. Los mayores ascensos en términos absolutos fueron para Cataluña (26.548) e Islas Baleares (20.889). En el escenario opuesto, Andalucía registró el mayor descenso del empleo y perdió 38.121 cotizantes.

DESCENSO DESESTACIONALIZADO

Sin embargo, en términos desestacionalizados, la afiliación se ha reducido en 20.119 personas en comparación con mayo de este año. De esta manera, el número de afiliados a la Seguridad Social se situó en 20.688.959 trabajadores en junio, descontando la estacionalidad y el efecto calendario.

En los primeros seis meses del año se crearon 448.065 empleos, completándose el mejor periodo enero-junio de toda la serie histórica según esta medición de los datos. Se trata de una cifra de creación de empleo similar a la que hubo en el conjunto de 2022, que fue un ejercicio de gran dinamismo en el mercado laboral y el segundo mejor semestre de la serie histórica, sólo superado por el periodo julio-diciembre de 2020, fuertemente condicionado por la pandemia.

Respecto al nivel previo a la pandemia (febrero 2020), la afiliación ha crecido en más de 1,3 millones de personas en términos ajustados, de los que tres de cada cuatro son en el sector privado.

El crecimiento del empleo respecto al nivel previo a la covid-19 es especialmente dinámico en sectores de alto valor añadido como informática y telecomunicaciones, cuyo número de afiliados creció un 22,7%, o actividades profesionales, científicas y técnicas, que presenta un crecimiento del 13,3%.

Según puso en valor el departamento dirigido por José Luis Escrivá, desde el fin de la pandemia, uno de cada cuatro nuevos afiliados (casi 272.000 en términos absolutos) se han incorporado a estos dos sectores “altamente productivos”.

También el crecimiento del empleo entre los jóvenes es superior al de la media del mercado laboral, un 10,2% desde 2019 frente al 6,9% de promedio. En el empleo femenino también hay mayor dinamismo respecto a 2019. En concreto, ha aumentado un 8,6%, tres puntos más de lo que lo ha hecho el de los hombres, situándose en junio en 9,826 millones de ocupadas, el máximo de la serie histórica.

Asimismo, el empleo juvenil creció un 10,2% desde la pandemia, 3,3 puntos por encima del conjunto de la economía. Desde la puesta en marcha de la reforma laboral, la afiliación entre los menores de 30 años aumentó un 10,9%, más del doble que la media.

ESTABILIDAD

Por otro lado, en junio, el porcentaje de afiliados con contrato temporal se mantuvo en el mínimo histórico del 14%, menos de la mitad del que se registraba antes de la reforma (30%).

En el caso de los menores de 30 años, la tasa de temporalidad se ha reducido en 31 puntos respecto al nivel que tenía antes de la reforma, pasando del 53% al 22%. En conjunto, ahora hay 3 millones de afiliados más con contrato indefinido que en diciembre de 2021, el último mes antes de la entrada en vigor de la nueva legislación.

Igualmente, Seguridad Social presumió de que otro indicador del incremento de la estabilidad es el aumento de la duración media de los contratos que han causado baja. Entre enero y mayo de este año, subió un 29% en comparación con las cifras del mismo periodo de 2019, último año homologable anterior al impacto de la pandemia.

Por otra parte, el número de trabajadores en ERTE se mantiene en niveles mínimos, en el entorno de los 12.000 afiliados, y suponen el 0,1% del total de ocupados.

Por último, el Ministerio explicó que “el fuerte dinamismo del mercado laboral está contribuyendo a reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones”, de forma que los ingresos por cotizaciones sociales han registrado hasta abril un crecimiento del 9,7%.

Si se descuenta el efecto de los ingresos provenientes del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que se ha empezado a aplicar en enero de 2023, las cotizaciones crecen a un ritmo del 8,1%, una tasa superior a la de los años anteriores.

En la misma línea, la mejoría del empleo sitúa la ratio cotizante por pensionista en 2,39, en máximos de la década, de acuerdo con los datos de la Seguridad Social.