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Graduación de la última edición celebrada en la Universidad de Alcalá de Henares | Foto de Fundación ONCE

Universidad

22 Ago 2023

En el marco de la séptima convocatoria de ayudas de Fundación ONCE

Siete universidades madrileñas acogerán programas de formación para jóvenes con discapacidad intelectual

Servimedia / Madrid

Un total de siete universidades madrileñas desarrollarán programas de formación para el empleo de jóvenes con discapacidad intelectual en el marco de la séptima convocatoria de ayudas de Fundación ONCE, publicada recientemente y diseñada para el curso académico 2023-24.

La iniciativa, que se lleva a cabo por séptimo año consecutivo, cuenta con el apoyo financiero del Fondo Social Europeo (FSE), a través del Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ), y está dirigida a todas las universidades españolas y centros adscritos.

De las 31 universidades españolas seleccionadas en total para el próximo curso académico, figuran las madrileñas de Alcalá de Henares, Camilo José Cela, CEU San Pablo, Complutense, Politécnica, Francisco de Vitoria y Rey Juan Carlos

Completan el programa las andaluzas de Almería, Granada, Jaén, Córdoba, Málaga, Sevilla, Huelva y Pablo de Olavide; las catalanas de Barcelona, Pompeu Fabra y Ramón Llull; las castellanoleonesas de Burgos, Salamanca y Valladolid; las valencianas Miguel Hernández y Jaume I, y las gallegas de A Coruña y Vigo. Además, también impartirán cursos las universidades de Castilla-La Mancha (Albacete), la Universidad de Murcia, la Universidad Católica de Murcia, la Universidad Pública de Navarra, la Universidad de Extremadura y la Universidad de Cantabria.

Todas ellas deberán ofrecer cursos que proporcionen al alumnado formación universitaria enfocada a mejorar su autonomía, conocimientos humanísticos y su preparación laboral, y dotarle de habilidades necesarias para aumentar sus posibilidades de encontrar un trabajo, accediendo a puestos en la modalidad del empleo con apoyo.

Asimismo, tendrán que proporcionar a estos jóvenes experiencias inclusivas y de normalización dentro de la comunidad universitaria y facilitarles una formación integral y personalizada.

Todo esto porque el objetivo principal del programa es implicar a las universidades, como agentes decisivos en la inclusión social, en la formación de jóvenes con discapacidad intelectual, cuyo acceso a la educación superior resulta aún insignificante.