Alrededor de 16,2 millones de vehículos en España tiene más de 15 años de media (un 44% del total) y su implicación en los siniestros mortales se ha triplicado en una década, periodo durante el que fallecieron cerca de 2.700 personas que viajaban a bordo de coches con esa antigüedad. Así se desprende del estudio 'Coches obsoletos, riesgo real.

Un total de 500 personas han fallecido en lo que va de año por accidentes de tráfico en las carretras españolas, una cifra que se ha alcanzado mes y medio después que en 2019 y a la que se ha llegado más tarde que nunca desde que en 1960 comenzara la serie histórica de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Tener un accidente de tráfico tanto si se va de casa al trabajo o viceversa o bien durante la jornada laboral es cada vez más común en España y retrocede a los momentos previos o más duros de la crisis económica porque el año pasado se registraron 71.886 siniestros de este tipo (el dato mas elevado desde 2008) y murieron 260 personas (la cifra más alta desde 2010)

Un total de 220 personas han perdido la vida este verano en las carreteras españolas, cifra que iguala el mínimo histórico de víctimas mortales, registrado en 2014, y supone un 15% menos que en el mismo periodo de 2018, cuando se contabilizaron 260. Unos datos que pueden avanzar un “cambio de tendencia” en cuanto a siniestralidad en carretera “después de varios años de aumento”.

Un total de 1.180 personas perdieron la vida el año pasado en las carreteras españolas, lo que supone el primer descenso anual desde que la siniestralidad vial subiera dos años seguidos, tanto en 2016 como en 2017, y la quinta cifra más baja desde 1960, momento en que empieza la serie histórica de la Dirección General de Tráfico (DGT).