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Melanie trabaja en una planta de pimienta y jengibre en Madagascar | Foto de Laura Thiesbrummel/Welthungerhilfe

Política social

16 Oct 2023

El hambre sigue siendo una amenaza grave o alarmante en 43 países y la subalimentación afecta a 735 millones de personas

La superposición de crisis, las guerras, el cambio climático y el parón económico impiden el descenso del hambre

Servimedia / Madrid

Las múltiples crisis superpuestas, desde la pandemia de covid-19 a los conflictos armados, el cambio climático o el estancamiento económico han contribuido significativamente al estancamiento en la lucha contra el hambre. Estas crisis han exacerbado las desigualdades, afectando especialmente a aquellos de bajos y medianos ingresos.

Así lo recoge el informe 'Global Hunger Index (GHI) 2023', publicado en la antesala del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora el 16 de octubre. El estudio revela un preocupante estancamiento en la lucha contra el hambre desde 2015.

El documento, elaborado por WHH y Concern Worldwide y traducido por Ayuda en Acción, destaca que el hambre sigue siendo una amenaza grave o alarmante en 43 países, y que el mayor impacto del estancamiento recae en la juventud, especialmente en países de bajos y medianos ingresos.

Según subrayó Ayuda en Acción en una nota, la situación del hambre se considera aún moderada, pero lo que destaca es que, tras muchos años de progresos y avances, se ha frenado la reducción del hambre. "Esto es especialmente preocupante para la juventud, que tiene que desarrollarse en un sistema alimentario que les perjudica y que, además, es el que heredarán, con sus consecuentes problemas y retos".

A la luz del citado informe la puntuación del GHI mundial en 2023 es de 18,3, levemente superior al año pasado, cuando estaba en 18,2. También es poco menos de un punto respecto al dato de 2015, que se situaba en 19,1, lo que muestra una ralentización respecto a los periodos anteriores . Además, desde 2017 la prevalencia de la subalimentación, uno de los indicadores utilizados en el cálculo de las puntuaciones del GHI, ha aumentado, y el número de personas subalimentadas ha pasado de 572 millones a unos 735 millones.

FUTURO

“La situación apunta a que será más grave en el futuro, porque se auguran más concatenaciones de crisis para las que aún el mundo no está preparado”, explicó el director de Incidencia de Ayuda en Acción, Alberto Casado. “La aceleración de la crisis climática no genera solo crisis relacionadas sequías, inundaciones o tormentas extremas. Ya vemos cómo genera crisis indirectas como conflictos y desplazamientos, todas las cuales pueden contribuir al hambre. Si esto no se rompe, las próximas generaciones se enfrentarán a niveles cada vez mayores de inseguridad alimentaria y nutricional”, añadió.

Una preocupación destacada del informe es el impacto desproporcionado que el estancamiento en la lucha contra el hambre tiene en la juventud, especialmente en países de bajos y medianos ingresos. “No sólo sufren los fallos de los sistemas alimentarios actuales, sino que heredarán estos sistemas alimentarios con problemas y los retos que se derivan de ellos”, expusieron Wendy Geza y Mendy Ndlovu, autoras invitadas del Centro de Sistemas Agrícolas y Alimentarios Transformadores de la Universidad de KwaZulu-Natal, Sudáfrica.

La actual población mundial de jóvenes, 1.200 millones, es la mayor de la historia. Y, aunque las cifras mundiales sobre el hambre no informan específicamente sobre el hambre entre este grupo, la inseguridad alimentaria y la desnutrición son mayores y más persistentes en el sur de Asia y África al sur del Sáhara, que también albergan la mayor parte de la población juvenil.

Esto afecta gravemente a la juventud, donde la primera infancia y la adolescencia son periodos de crecimiento y desarrollo físico más rápido. En este contexto, la inseguridad alimentaria y el hambre representan desafíos y barreras cruciales para las generaciones más jóvenes durante una etapa crucial de su desarrollo.

43 PAÍSES

El informe destaca que el hambre sigue siendo una amenaza grave o alarmante en 43 países. Además, las proyecciones indican que, al ritmo actual, 58 países no alcanzarán un bajo nivel de hambre para 2030.

Los seis países con puntuaciones GHI con el rango alarmante son República Centroafricana, Madagascar, Yemen, República Democrática del Congo, Lesoto y Níger. Otros tres países se designan provisionalmente como alarmantes a pesar de no contar con datos suficientes para el cálculo de las puntuaciones, que son Burundi, Somalia y Sudán del Sur. Mientras que, por regiones, las más afectadas por el hambre son Asia meridional y África al sur del Sáhara, que tienen puntuaciones GHI de 27.0 cada una.

A pesar de estos datos, también hay ejemplos de progreso y esperanza. Siete países cuyas puntuaciones del GHI en 2000 indicaban niveles de hambre extremadamente alarmantes -Angola, Chad, Etiopía, Níger, Sierra Leona, Somalia y Zambia- han progresado desde entonces.

Por todo ello, el GHI 2023 hace un llamamiento a la acción, instando a los gobiernos a garantizar la participación significativa de la juventud en la formulación de políticas alimentarias a largo plazo, a mejorar su acceso a recursos productivos y a ofrecer empleos justos y sostenibles dentro de los sistemas alimentarios. “La soberanía alimentaria y la equidad de género también se destacan como componentes esenciales para abordar estos desafíos y garantizar la justicia generacional”, concluyó el informe.