Compartir en redes sociales

Dos niñas mirando a cámara

Infancia

27 Jul 2022

Se ha triplicado en los últimos 15 años, y la proporción de niños varones ha aumentado cinco veces

La trata de niños se ha convertido en una de las tres actividades criminales más lucrativas del mundo

Redacción / Madrid

Manos Unidas alertó este miércoles del aumento del número de niños víctimas de trata, ante la celebración, el 30 de julio, del Día Mundial contra la Trata de Personas. La organización indicó que la proporción de menores entre las víctimas de la trata detectadas se ha triplicado en los últimos 15 años, mientras que la proporción de niños varones ha aumentado cinco veces.

El organismo destacó que, a nivel mundial, una de cada tres víctimas detectadas es un niño. Pero esa cifra se incrementa considerablemente en algunas partes de África y en la zona del sudeste asiático, donde la cifra se eleva hasta casi el 100% de las víctimas. La entidad indicó que las niñas son tratadas principalmente con fines de explotación sexual, mientras que los niños son utilizados para trabajos forzados.

En estas regiones del mundo Manos Unidas apoya proyectos de prevención de la trata de niños y de asistencia a estos pequeños afectados, de lo que se ha llegado a denominar la "peor forma de esclavitud en el mundo contemporáneo".

TRATA DE PERSONAS

La trata de personas es la adquisición de personas por medios indebidos como la fuerza, el fraude o el engaño, con el fin de explotarlas. Las víctimas son explotadas en restaurantes, granjas, obras de construcción, burdeles, fábricas, mercados, minas y en los hogares. Esta explotación incluye la derivada de la prostitución y de otras formas de explotación sexual.

En Benín, uno de los países de origen y tránsito de niños víctimas de la trata para trabajos forzados y para prostitución, Manos Unidas colabora desde hace años con los Salesianos de Don Bosco en proyectos de búsqueda e identificación de menores en situación de riesgo. La mayoría de estos pequeños son captados por las mafias de traficantes en las zonas rurales del país, y terminan siendo vendidos, explotados y maltratados en los mercados de las grandes ciudades como Cotonou, Parakou o Kandi.

"A veces es el engaño y la promesa de una vida mejor para los niños lo que mueve a los padres de estos pequeños a desprenderse de ellos. "Este es el caso de los 'vidomegon', que, fundamentalmente, son niñas entregadas o vendidas por sus padres a otras familias con el engaño de que van a recibir educación y que terminan trabajando en régimen de semi-esclavitud, en el servicio doméstico", aclaró la responsable de proyectos de Manos Unidas en el país africano, Marta Goyeneche.

Manos Unidas ha apoyado el trabajo de los salesianos y salesianas en Cotonou, Porto Novo, Kandi y la ciudad fronteriza de Malanville. El organismo realiza un trabajo de identificación de los menores en riesgo, los acoge y los reinserta escolarmente para que puedan desarrollar sus capacidades y ayudarles a integrarse y tener un plan de cara al futuro.

COMUNIDADES RURALES

En Camboya, el éxodo de las comunidades rurales incrementa la explotación de los menores. Por eso, Manos Unidas trabaja también contra la trata en Camboya. En el país del sudeste asiático, la pobreza, que afecta especialmente a las comunidades del medio rural, incrementa los índices de migración a Tailandia, el abandono de las familias y la explotación de los hijos menores.

Otro de los proyectos de prevención y acompañamiento a víctimas de la trata que apoya Manos Unidas se localiza en la ciudad fronteriza de Poipet. Se trata de una región que según señalan desde la formación, posee con un alto índice de pobreza al que llegan muchos camboyanos buscando oportunidades laborales. Por esto se trata de un lugar “extremadamente peligroso para los niños que pueden ser víctimas de la trata de personas, la explotación sexual, la drogadicción, el contrabando y otras lacras sociales”.

"La mayoría de estos menores no asiste a la escuela o no lo hace con regularidad por eso, el principal objetivo de la ONG local de Damnok Toek, además de la prevención de abusos a la infancia, es la rehabilitación de aquellos menores que han sido víctimas de ellos en cualquiera de sus manifestaciones y la reintegración en la sociedad, usando la formación como vía de inserción", explicó la responsable de proyectos de Manos Unidas en el sudeste de Asia, Ana Luna.