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Bosque

Emergencia climática

1 Dic 2022

Hacen falta 384.000 millones de dólares anuales

La ONU pide duplicar la inversión en naturaleza en 2025 para hacer frente a las crisis mundiales

Redacción / Madrid

Los flujos financieros en soluciones basadas en la naturaleza deben duplicarse para 2025 para hacer frente a las crisis mundiales de limitar el cambio climático por debajo de 1,5 grados respecto a la era preindustrial, detener la pérdida de biodiversidad, lograr la neutralidad en la degradación de la tierra y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para ello, se requieren medidas drásticas y urgentes en la reducción de gases de efecto invernadero, la conservación de la naturaleza y el consumo y la producción sostenibles.

Así se recoge en el segundo informe ‘Estado de las finanzas para la naturaleza’, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y la iniciativa Economía de la Degradación de la Tierra (ELD, por sus siglas en inglés), y financiado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania con el apoyo de Vivid Economics.

El informe fue dado a conocer este jueves pocos días antes de que el próximo 7 de diciembre comience la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad -conocida como COP15- en Montreal (Canadá), donde los países adoptarán un acuerdo histórico para detener y revertir la pérdida de la naturaleza para 2030.

Entre los temas clave bajo la discusión en la COP15 están la movilización de recursos para la implementación del Marco Global de Biodiversidad Post-2020 y las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza. El Pnuma y sus socios instan a los gobiernos a llegar a un acuerdo que establezca un mandato claro para que el sector financiero alinee sus actividades con objetivos positivos para la naturaleza.

“ACTUAR AHORA”

Las soluciones basadas en la naturaleza brindan la oportunidad de abordar una variedad de desafíos de manera integrada. Sin embargo, los flujos de financiación para este capítulo actualmente son solo de 154.000 millones dólares al año, lo que representa menos de la mitad de los 384.000 millones de dólares anuales de inversión necesarios para 2025 y solo un tercio de la inversión necesaria para 2030 (484.000 millones de dólares al año).

“Si bien el mundo está soportando múltiples crisis, este informe proporciona claridad: muestra que, al aumentar significativamente las inversiones públicas y privadas en soluciones basadas en la naturaleza, es posible abordar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de la tierra y, al mismo tiempo, aprovechar muchos beneficios sociales y económicos. Necesitamos actuar ahora”, apuntó Jochen Flasbarth, Jochen Flasbarth, secretario de Estado del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania.

Abordar el cambio climático, la biodiversidad y la degradación de la tierra con acciones inmediatas requiere que las inversiones globales actuales aumenten en 230.000 millones de dólares cada año hasta 2025.

Actualmente, los gobiernos proporcionan el 83% de los flujos financieros de las soluciones basadas en la naturaleza, pero es poco probable que estos aumenten drásticamente debido a los desafíos fiscales vinculados al conflicto, la deuda y la pobreza.

Por lo tanto, el sector privado debe aumentar significativamente la inversión desde los niveles actuales de 26.000 millones anuales (un 17%del total). Para hacerlo, debe incrementar los fondos en cadenas de suministro sostenibles, reducir las actividades con impacto negativo en el clima y la biodiversidad, y compensar los impactos inevitables a través de mercados naturales de alta integridad, pagar por los servicios ecosistémicos que utiliza e invertir en actividades positivas para la naturaleza.

ACCIÓN INMEDIATA

El informe indica que limitar el calentamiento global a 1,5 °C solo se puede lograr si la acción es inmediata y con inversiones acumuladas adicionales de 1,5 billones de dólares a un total de 11 billones entre 2022 y 2050, en comparación con el objetivo de 2 ºC (9,5 billones de dólares acumulados).

Esta inversión adicional se centrará en la agricultura sostenible y la restauración de turberas. La eliminación gradual del carbón y la descarbonización de los sistemas energéticos no serán suficientes sin inversiones masivas adyacentes en soluciones basadas en la naturaleza.

“La ciencia es innegable. A medida que hacemos la transición a emisiones netas cero para 2050, también debemos reorientar toda la actividad humana para aliviar la presión sobre el mundo natural del que todos dependemos”, apuntó Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.

Andersen añadió que “esto requiere que los gobiernos, las empresas y las finanzas aumenten masivamente las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza porque las inversiones en la naturaleza son inversiones para asegurar el futuro de las generaciones venideras”.

El informe subraya que un 9% de las inversiones totales en soluciones basadas en la naturaleza están dirigidas a soluciones marinas, cuando el océano representa más del 70% de la superficie de la Tierra y absorbe alrededor de un 25% de todas las emisiones de CO2, lo que lo convierte en uno de los sumideros de carbono más grandes del mundo y, al mismo tiempo, proporciona el 17% de las proteínas del mundo.

Por otro lado, el informe apunta que las soluciones a los desafíos sociales deben centrarse en la transición de la actividad económica hacia prácticas que aborden los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra y el cambio climático.

Si bien la protección de un 30% de la tierra y el océano para 2030 prometida por los países del G7 es importante, para la cual se estima que la brecha financiera será de 17.000 a 22.000 millones por año para 2030, el informe proporciona evidencia de que es necesario que fluya más financiación hacia la restauración de la vegetación natural y la forestación.

Los flujos negativos de fuentes públicas, que son de tres a siete veces mayores que las inversiones actuales en soluciones basadas en la naturaleza, deben eliminarse, reutilizarse o reformarse. Los subsidios dañinos son más altos en el sector de la energía (entre 340.000 y 530.000 millones de dólares al año) y el agrícola (500 millones de dólares anuales).