Así lo dijo Díaz en una rueda de prensa para hacer balance de esta norma que aprobó su departamento en diciembre del año pasado con el acuerdo de patronal y sindicatos y que incluyó como principal novedad la reducción del menú de contratos temporales, presumiendo cualquier contrato por tiempo indefinido salvo por circunstancias de la producción o por sustitución del trabajador, desapareciendo el contrato por obra o servicio.

Díaz destacó en la rueda de prensa que “el dato más relevante” de la reforma laboral es el referido a la temporalidad, que en el tercer trimestre de este año fue del 17,5% en el sector privado frente al 24,6% del mismo periodo de 2021, con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

En general, la temporalidad en España se situó en el 20,3% en el tercer trimestre frente al 26,1%, teniendo en cuenta también la del sector público. Esta tasa es aún superior a la de la zona euro, del 15,2%. No obstante, Díaz destacó que con la bajada experimentada “nos aproximamos de manera rauda a la media europea”. Resaltó que, frente a uno de cada diez contratos indefinidos que había antes de la reforma, ahora son “uno de cada dos”.

Entre los jóvenes, la temporalidad pasó del 58% en 2021 al 45% en 2022, frente al 39% de la zona euro, y entre las mujeres se redujo del 28,7% al 22,5% y compara con un 16% de la zona euro.

Díaz también indicó que en este año de vigencia de la reforma laboral la tasa de parcialidad ha bajado en siete décimas, hasta el 12,8%, la tasa más baja desde 2010, y el porcentaje de contratos registrados se ha estabilizado por encima del 40% en el caso de los indefinidos. En concreto, desde el 1 de abril, el 44% de las nuevas firmas son para ser fijos, frente al 11% en 2021, con datos de abril a noviembre.

A su vez, en el acumulado de enero a noviembre entre 2019 y 2022, los contratos temporales se han reducido en casi 8,2 millones y los indefinidos se han incrementado en 4,5 millones. En total, casi 13,9 millones de asalariados tienen un contrato indefinido, cifra récord.

En grandes cifras, en el tercer trimestre de este año se contabilizaron 20,5 millones de personas trabajando en términos EPA, la cifra más alta desde 2008. De ellas, 9,4 millones son mujeres, lo que supone la cifra más alta de la serie histórica. Los jóvenes menores de 30 años que tienen un empleo suman 2,9 millones, la cifra más alta de los últimos 11 años, y el número total de asalariados alcanza los 17,4 millones, récord histórico.

En cuanto al paro, Díaz indicó que son 2,98 millones de personas las que no tenían un empleo en el tercer trimestre en términos EPA, por debajo de los tres millones por primera vez desde 2008, y la tasa de paro española ha bajado en dos puntos en el último año, hasta marcar un 12,7%, su nivel más bajo en 14 años.

"FRACASO"

La vicepresidenta segunda afirmó que “se ha acabado el bipartidismo en las políticas laborales de nuestro país” y opinó que las 52 reformas laborales anteriores “caminaban en una única dirección que era desregular el mercado de trabajo y recortar los derechos de los trabajadores” y son “la historia de un fracaso”. “Este es el Gobierno de los trabajadores”, definió.

Díaz valoró que con la reforma laboral se ha encarecido el coste del despido “indirectamente”, dado que son más los trabajadores con contrato fijo y menos los que tienen uno temporal, y avanzó que se van a destinar 3.500 millones de euros hasta 2027 del fondo social europeo para la empleabilidad de los jóvenes en España.

Por otra parte, al ser preguntada sobre la polémica por la contabilidad de los fijos discontinuos como afiliados a la Seguridad Social independientemente de que estén ocupados o no, Díaz insistió en que es una polémica “bastante artificial” y pidió a los analistas diferenciar entre la política y la ciencia ante el apunte de la Fundación de Estudios Económicos (Fedea) de que hay más parados de los que se publican por no dar a conocer la cifra de fijos discontinuos parados. “Ejercer el ‘trumpismo’ en las estadísticas españolas es una muy mala práctica democrática”, criticó.

Díaz insistió en que no se ha cambiado la forma de contabilizar los fijos discontinuos y que el peso que tienen estos contratos es “ínfimo” sobre el total. Además, se refirió al PP, que también ha cuestionado las estadísticas, diciendo que le causa “mucha tristeza que Feijóo no pueda alegrarse por una vez” de la marcha del mercado laboral.