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'Habitaciones'

12 Sep 2016

Marga Clark, fotógrafa y poeta

“El tiempo vital es lo único valioso que tenemos”

Esther Peñas / Madrid

Diane Arbus, la fotógrafa de los excluidos, hablaba de una medida que ella denominaba el ‘punto de ruptura entre la intención y el efecto’ en la que, si uno observa la realidad lo suficientemente de cerca, esa realidad se torna fantástica. Marga Clack trocaría ‘fantástica’ por ‘poética’, que en cierto modo concluye en el mismo significado. La madrileña inaugura el 7 y 8 de octubre su exposición antológica, ‘Cosmogonía’ (1976-2016), en la que reúne toda mi obra artística y fotográfica, en el Museo de fotografía en Huete y en la Fundación Antonio Perez, respectivamente. Con ella nos adentramos un tanto en el misterio de la mirada y el revelado.

Diane Arbus, la fotógrafa de los excluidos, hablaba de una medida que ella denominaba el ‘punto de ruptura entre la intención y el efecto’ en la que, si uno observa la realidad lo suficientemente de cerca, esa realidad se torna fantástica. Marga Clark trocaría ‘fantástica’ por ‘poética’, que en cierto modo concluye en el mismo significado. La madrileña inaugura el 7 y 8 de octubre su exposición antológica, ‘Cosmogonía’ (1976-2016), en la que reúne toda su obra artística y fotográfica, en el Museo de fotografía en Huete y en la Fundación Antonio Perez, en Cuenca. Con ella nos adentramos un tanto en el misterio de la mirada y el revelado.

 

El título de su retrospectiva es ‘Cosmogonía’. ¿Qué respuesta ha dado su obra al mundo?

 

Yo sigo el sabio consejo del poeta Rilke cuando decía a los jóvenes escritores: “Intenten amar las preguntas mismas. No busquen ahora las respuestas.” Las obras que configuran ‘Cosmogonía’ indagan sobre las grandes preguntas que siempre han preocupado al ser humano: los enigmas que van más allá de este mundo de apariencias en el que nos movemos todos. Si conociéramos las respuestas seguramente dejaríamos de existir.

Cuando uno prepara una antología, ¿de qué modo escoge unas obras y no otras?

Pienso que las verdaderas antologías son aquellas en que no eliminas nada. Es como elegir entre salvar a un hijo u otro… yo no podría. Las obras son las biografías vitales de sus creadores y deben ser expuestas con sus luces y sus sombras, como la vida misma.

 

Una antología supone colocarse en el pasado, siquiera para prepararla, para saber quiénes fuimos en cada momento antologado. ¿Hay nostalgia, extrañamiento en esa tarea?

 

Hay amor, resentimiento, alegría, tristeza… toda una gama de sentimientos y emociones que se avivan en el recuerdo de ese momento, pero no nostalgia… Yo no volvería ni un sólo paso atrás en mi vida.

 

Si tuviera que destacar una aportación al universo de la fotografía, ¿cuál sería?

 

Sin duda el mágico y poderoso mecanismo que tiene la cámara fotográfica de detener y capturar el tiempo. Captar el instante y relegarlo al pasado, para después devolverlo al presente cuando se contempla la foto más tarde, ya realizada en papel o digital, y que corresponde al futuro del momento de la captación. Es el tiempo detenido en un instante, algo mágico. La cámara es el único medio que puede captarlo. Y el tiempo vital es lo único valioso que tenemos.

De todas las obras que podremos ver en esta muestra, ¿cuál le sigue emocionando, cuál destacaría, un poco más siquiera, sobre las demás?

 

Como he mencionado antes es igual de difícil el proceso de desechar que el de elegir las obras. Pero mis ‘Cajas áureas’ me hablan, me susurran, cambian de textura y de intensidad dependiendo del momento, de la luz… como si tuvieran vida propia; incluso, a veces, hasta me veo reflejada. Es mi trabajo menos profano, más profundo, y siempre las contemplo con cierta aprensión y respeto, no vaya a ser que no me guste lo que veo. 
 
También contempla distintos juegos poético-fotográficos. ¿Qué tal se relaciona la fotografía con otras disciplinas artísticas?

La fotografía es imagen, reflejo, es el espejo del mundo donde se contempla la humanidad. Todo se puede relacionar porque todos estamos conectados de una forma u otra, pero especialmente en la fotografía que, según Philippe Dubois en su libro ‘El acto fotográfico’, la califica de “huella luminosa”… Depende hasta dónde quiera llegar la imaginación del creador. En los últimos tiempos la fotografía se ha relacionado frecuentemente con otras disciplinas. En mi caso concreto, siempre he sentido que la poesía es el origen de toda mi creación y he caminado con ambos medios cogidos de la mano. Pero sobre este tema podíamos hablar más largo y tendido, pues considero que la poesía más que una disciplina es una luz, un sentimiento fuerte, profundo e inevitable que lo abarca todo en la vida.

 

Perdone el juego de palabras pero ¿qué revela la imagen?

 

La imagen sólo revela a quien de verdad quiere ver. La fotografía siempre ha sido uno de los medios de expresión más directos para poder captar todo ese mundo escondido del subconsciente. Por ese elemento tecnológico que tiene la cámara de plasmar lo instantáneo, a veces un gesto impulsivo y delatador del inconsciente, que sale de lo más recóndito y desconocido del ser, puede ser captado y eternizado por la cámara al instante. Hay muchos retratos que, por esta razón, nunca serán enseñados por el fotografiado. Es mucho más fácil y cómodo esconderse tras ese muro de apariencias que tanto nos ha costado forjar a nuestro alrededor.

 

¿Cabe una vida en siete botellas, como titula una de sus obras?

 

El ánima, el alma, la psique, el espíritu no ocupan lugar, son etéreos… todo lo demás es superfluo y pesado, podíamos prescindir de ello… seríamos más felices, pero es difícil hacerlo… Arrastramos el pasado con nosotros, es una carga pesada pero imprescindible para sobrevivir la ineludible soledad que nos envuelve a todos. Sí, tengo que confesar que muchos de mis recuerdos viven encerrados en esas siete botellas. Quizá algún día me atreva a romperlas… ¡quién sabe!