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Gonçalves

Salud mental

11 Sep 2018

Expertos analizan entre si es una decisión voluntaria o fruto del dolor y la desesperanza

La mayoría de los suicidios se producen bajo los efectos de una patología mental “oculta”

Servimedia / Madrid

Expertos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) aseguraron este lunes que la mayoría de las personas que se suicidan lo hacen mientras sufren los efectos de una patología mental “oculta”.

Con motivo de la celebración hoy del Día Internacional para la prevención del suicidio, el responsable de Salud Mental de la SEMG, el doctor Fernando Gonçalves, llamó la atención sobre si la “voluntariedad” de una persona que decide quitarse la vida realmente existe, o “es el producto y la consecuencia del dolor y la desesperanza de un individuo concreto en un momento puntual de su biografía”.

De hecho, “la inmensa mayoría de las personas que se suicidan lo hacen mientras sufren los efectos de una patología mental, muchas veces oculta, y a menudo ignorada a los ojos de quienes le rodean”, añadió.

Aunque España es uno de los países occidentales con menor tasa de suicidios, cada día en España 10 personas deciden y consiguen poner fin a su vida, lo que sitúa al suicidio en la principal causa de muerte externa y la segunda causa de muerte, después de los tumores, para el grupo de población de 15 a 34 años. Origina el doble de muertes que los accidentes de tráfico y 80 veces más que la violencia de género.

A pesar de cifras como éstas, el doctor Gonçalves, alerta sobre el “desconocimiento y el desinterés de las autoridades sanitarias por el problema”. En la actualidad, algunas comunidades autónomas han iniciado “tímidamente” la puesta en marcha de planes de prevención del suicidio en su ámbito geográfico, “aunque se echa enormemente de menos un verdadero plan a nivel del Estado”, según el experto.

Por cada persona que hace un suicidio consumado, según la Organización Mundial de la Salud, al menos seis personas de su entorno quedan directamente afectadas, y su duelo será complejo y de difícil superación. “Si la muerte de cualquier persona origina en su entorno una situación de profunda amargura, imaginémonos el impacto emocional tan brutal y el mar de dudas y sentimientos en que quedan los allegados de quien, en un momento de desesperanza, decide poner fin ‘voluntariamente’ a su vida”, subrayó el doctor Gonçalves.