En la presentación, la directora de Programas con Universidades y Promoción del Talento Joven de Fundación ONCE, Isabel Martínez Lozano, aseguró que, “a pesar de que sigue creciendo el número de alumnos con necesidades especiales de nuestro sistema educativo, casi un millón a día de hoy y muchas de ellas ligadas a la discapacidad, la realidad es que más de la mitad de ellos no llegan a la Secundaria y mucho menos a la Educación Superior”.

Martínez Lozano destacó la actividad de Inserta Empleo, que se enmarca en los programas estatales FSE+ de ‘Empleo Juvenil’ y de ‘Inclusión Social, garantía infantil y lucha contra la pobreza’ y en el programa FSE+ de la Comunidad Autónoma de Canarias, InclUEmpleo Atlántida, que está desarrollando Fundación ONCE a través de Inserta Empleo, con la cofinanciación de la Unión Europea para incrementar la formación y el empleo de las personas con discapacidad.

Los asistentes coincidieron en señalar la importancia de la figura del orientador como clave del éxito en la transición entre etapas educativas. Uno de los principales déficits con los que se encuentra la educación inclusiva en su implementación es la irregularidad en el tránsito entre etapas educativas, en particular el tránsito hacia la Educación Superior.

Las barreras en el ingreso a las diferentes etapas educativas aumentan conforme se va perdiendo obligatoriedad en las mismas. Esto disminuye la garantía del derecho a la educación y el acceso de estudiantes con discapacidad a la Educación Superior.

La UNED ha hecho de la inclusión educativa una seña de identidad a lo largo de sus más de 50 años de existencia, tal y como destacó su rector, Ricardo Mairal. Sin embargo, “aún queda camino por recorrer y ese camino debe ser, sin duda, interdisciplinar. Desde nuestras Facultades y Escuelas aportamos investigación e innovación desde sus diferentes áreas de conocimiento y fomentamos la cooperación con instituciones como ONCE y Cermi, con las que creamos Unidis, nuestro Centro de Atención a Estudiantes con Discapacidad”.

La UNED colabora también con la organización de estas jornadas nacionales, que este año, además, han puesto el foco en la Formación Permanente como medio para mejorar el acceso al mercado laboral. “Al apostar por la FP”, señaló el rector, “reivindicamos el Emprendimiento también en el ámbito de la educación inclusiva. En este sentido, pidió a la vicerrectora de Estudiantes e Inclusión, Ana Lisbona, y a la directora de Unidis, Pilar Gómiz, que pongan en marcha proyectos de emprendimiento relacionados con la educación inclusiva”.

En la misma línea se pronunció Pilar Varela, directora general de Planificación, Innovación y Gestión de la Formación Profesional en el Ministerio de Educación, destacando que la nueva Ley de Formación Permanente “en su Artículo 1 dice que la finalidad de la norma es desarrollar un régimen de formación y acompañamiento. Es decir, no se trata solo de igualdad de acceso, sino de ver qué pasa una vez que has accedido y cómo puedes ir avanzando”. Igualmente, incidió en la necesidad de la cooperación institucional: “Estas jornadas nos van a ayudar a conocer mucho mejor el proceso de orientación y la necesidad de coordinar sistemas. Un solo sistema no puede solucionar un problema. Si el sistema educativo, el sanitario y el de empleo no trabajan juntos, no podremos conseguir el objetivo”.

Las jornadas se celebraron en la Facultad de Educación de la UNED. Su decano, Mario Pena, concluyó que “la obtención de un título universitario por estudiantes con discapacidad debe ser la puerta de garantía de la obtención de un puesto de trabajo. En este proceso, la orientación, la detección y diagnóstico de necesidades y la propuesta de una intervención educativa si fuera necesaria deben ser nuestras prioridades”.